Mérida
El instinto de tribus corruptas en MORENA
Por Jesús Solís Alpuche
TRIBU es una agrupación o colectivo social y político propio de pueblos primitivos e integrada por un conjunto de personas que comparten un origen, una lengua, unas costumbres y unas creencias y que obedecen a un mismo jefe. No se trata de corrientes ideológicas ni de pensamiento crítico, como sucedía en los antiguos partidos de Izquierda en los que se debatía la identidad del Proyecto político y el programa de Acción, como en su caso le hacíamos en el PCM, PSUM, PMS, entre Dinos y Renos. No: se trata de grupos de interés, que surgieron en los mejores tiempos del PRD, para actuar de facto, al margen de los intereses de la misma proclama ideológica del partido. Para servir intereses económicos concretos. Por lo tanto, no sirven para ningún Cambio Verdadero, ni Regeneración posible.
Considerando que todos los partidos son objetos dentro de un proceso de equilibrio político y social que el gran capital impone de acuerdo con sus intereses, los acontecimientos postelectorales que se viven en morena-Yucatán, evidentemente nos llevarán al surgimiento primero y luego a profundizar el conflicto de tribus, mientras se siga ocultando la realidad necesaria de entender la verdadera causa de la lucha entre la Regeneración Política y la Degeneración. Entre los que queremos el Cambio Verdadero y los que quieren más de lo mismo.
Para éstos, nada importa el repunte de contagios del Covid19 postelectoral, el color programado para la mitigación ni la sana distancia. El domingo pasado la reunión de la facción que patrocina Rogelio Castro con la pantalla de Sisely Burgos, se hizo gala de empoderamiento de este grupo aderezado por algunos ingenuos en busca de cargos, y no de encargos.
Domingo pasado en céntrico hotel de Mérida, el grupo comandado por el exdiputado, hoy secretario en Ifonavit, pretendió ponerse el guarache frente al grupo advenedizo de Rolando y Verónica Camino, mostrar el músculo de sus seguidores incondicionales, incluyendo al menguado Mario Mex, triste florero en el partido que pocos en el Estado, seguimos considerando La Esperanza de México.
Las imposiciones, las intromisiones centrales, la falta de transparencia y rendición de cuentas. Los golpes bajos, las traiciones a los principios y la lucha interna del poder por el poder, lograron lo que nunca un partido en el gobierno había logrado, tanto en Yucatán, como en todo el país, ir a la baja de su votación con respecto a la elección anterior -2018- cuando no era gobierno. Sólo en Mérida, la votación bajó más del 50 %. Y aunque se ganaron 4 diputaciones locales y 2 federales, en alianza, los perfiles no corresponden al espíritu del partido, o sea que tenemos más de lo mismo.
Pero morena no deja de ser el partido en el gobierno, ni deja de tener la marca de López Obrador que muchos persiguen como franquicia para entrarle al presupuesto, de tal manera esto es real, que ya se vienen conformando tribus, o grupos facticos que, de hecho, seguirá empeorando internamente la lucha del poder por el poder, y no por la Regeneración política y el cambio verdadero por los que se instituyó morena y su Marca.
La desbandada PRIIsta de este año inició con la exgobernadora Ivone Ortega y su séquito que recibió de gran gurú, Dante Delgado la franquicia de Movimiento Ciudadano. En esta operación de reacomodo, movido desde las cúpulas económicas que ya desechan al PRI como un cascarón se suma otro exgobernador, Rolando Zapata que consiguió, la apretada llegada de la senadora Verónica Camino, como candidata a la presidencia de Mérida por morena, con la bendición de Ricardo Monreal, en conjunto con el séquito de rolandistas, más los Enrique Castillo, Carmen Navarrete, Leandro Espinosa y otros de más triste memoria PRIAnista.
De esta manera se está configurando dos tribus relativamente fuertes que obedecen a intereses estrictamente económicos en la Península. Pero cuyo objetivo es la defenestración de Huacho Diaz Mena en el cargo de Delegado del gobierno federal.
Huacho Diaz y Lindia Quiroz, subdelegada del mismo, tampoco son afines a la Regeneración y el Cambio Verdadero, y tienen su corazoncito hacia el poder por el poder, pero son leales al gobierno de Amlo, por lo que pueden resistir los embates que se les avecina, mientras Gabriel García no escuche el canto de las sirenas de las tribus en vías de desarrollo.
Por otro lado, morena como partido sigue en la lona. El Consejo estatal en manos de Rudy Avila, otro florero, que no pinta ni da color desde hace más de 3 años tiene la institucionalidad de morena inoperante hasta en el membrete. Martha Asif, y Ubaldo Arciniega, perfiles que yo identifico con la Izquierda, son dos consejeros nacionales que pueden ser factor de una convocatoria a las bases militantes y simpatizantes hacia la unidad para una restructuración, siempre y cuando, el Consejo Nacional que sigue presidiendo Bertha Lujan, se decidan a darle FLITH a Mario Delgado como presidente del CEN, electo por el INE y los PRIANistas infiltrados en morena, que en realidad optan por la partidocracia en lugar de la democracia. Optan por la servidumbre a las élites económicas, en lugar de la opción por los pobres que nos demanda el proyecto de la 4aT. chantzacan@hotmail.com