Mérida
Verdades a medias, son mentiras completas
Por El Xooch
Entre otras mentiras, Ana Elizabeth García Vilchis, titular de la sección “Quién es quién en las mentiras”, en el programa mañanero de la Presidencia de la República, aseguró el pasado miércoles que de acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (Inegi), en promedio las familias mexicanas obtienen ingresos por 63 mil 900 pesos y que aumentaron sus ingresos en, al menos, 19.9%, además de presumir que la brecha de desigualdad ya se redujo.
Según expuso, en 2016 los “ricos” ganaban 21 veces más que los pobres, mientras que en el gobierno de AMLO sólo ganan 15 veces más.
De acuerdo con el propio Inegi, la información vertida por la funcionaria federal, que reiteradamente ha tergiversado información, no es precisa: en el 2022 el promedio de ingreso corriente trimestral por hogar fue de 63,695 pesos, es decir, un promedio mensual de 21 mil pesos, y no se puede generalizar esa cifra, pues cada entidad tiene sus características y condiciones propias.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 del Inegi arrojó que el promedio del ingreso corriente trimestral por hogar fue de 63 mil 695 pesos, cerca de 21 mil pesos mensuales, monto que no alcanza para satisfacer las cuatro canastas básicas que requiere una familia de cuatro integrantes.
Hay una diferencia entre promedio y punto medio. La mitad de los hogares ganan menos de 15 mil 776 pesos por mes. Claramente es muy difícil que un hogar de cuatro personas pueda vivir sin penurias y con decoro.
A finales del año 2021, la inflación en México empezó a repuntar, tras la apertura económica después del mayor impacto de la pandemia y el conflicto de Rusia contra Ucrania. En el caso de alimentos (incluye bebidas no alcohólicas), la primera alza de doble dígito se registró en noviembre del 2021, con una tasa anual de 10.54 por ciento; siguió con una tendencia ascendente hasta alcanzar su pico en octubre del 2022, con una tasa anual 14.48 por ciento.
Si lo vemos por año, la inflación en alimentos promedio anual fue de 6.42 en el 2020 y de 13.11 por ciento en el 2022, es decir, el doble, según el Inegi, así que cerca de un millón de hogares en México tuvo que hacer algo que “hubieran preferido no hacer” con tal de conseguir comida.
De las más de 15.4 millones de familias en el país que tuvieron dificultades para satisfacer sus necesidades alimentarias el año pasado, 959,608 pidieron limosna, mandaron a trabajar a los niños o recurrieron a prácticas socialmente no aceptadas con tal de comer, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi.
En valores absolutos, el Estado de México, Veracruz, Jalisco, Guanajuato y Puebla son las cinco entidades donde más mexicanos tuvieron que recurrir a estas prácticas para subsistir. A pesar de ser entidades con mayor aportación al PIB, este problema no estuvo exento en la Ciudad de México y Nuevo León, que ocuparon el octavo y noveno lugar, respectivamente.
El número de personas que hizo cosas que no quería con tal de comer se redujo en comparación con 2020 y 2018. En este último, la cifra fue de 1.04 millones de hogares y en 2020 fueron 1.23 millones de hogares. En la comparativa con años previos, Guanajuato es el estado donde este tipo de prácticas se ha incrementado.