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La campaña anticipada de Claudia
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
Una de las cosas que la izquierda criticaba, con muchísima razón, era el uso cínico y descarado de los recursos públicos. Claro, eso lo hacía cuando era oposición, hoy que son dueños de la pelota y de la cancha, y si nos dejamos hasta del árbitro, le llaman con todo descaro y sin vergüenza alguna “libertad de expresión”.
Un grupo de morenistas, encabezado por Villevaldo Pech, está invitando a los medios de comunicación a asistir a una rueda de prensa este próximo lunes 2 de febrero a las 9:45 de la mañana en el local del SUFY. En ese evento, dice su comunicado, el Dip. Octavio Rivero Villaseñor les presentará como parte del equipo de trabajo de #EsClaudia y, al final de la rueda de prensa, tendrán una reunión de trabajo con el propio Dip. Octavio, dónde se dará a conocer la agenda política de la corcholata favorita de AMLO, entre otros temas de interés para dicho proyecto.
Un argumento a su favor, es que nuestra Constitución garantiza la libertad de asociación, por lo tanto, reclamar como ilegal que formen un grupo de simpatizantes a favor de tal o cual candidato no solo es impertinente, sino hasta necio. Sin embargo, ellos en su comunicado se proclaman como un “equipo de trabajo” ¿Qué clase de “trabajo”? ¿Por qué ahora, cuando falta mucho, pero mucho tiempo, para las campañas políticas? ¿Con qué financiamiento va a “operar” este “equipo de trabajo” a favor de su corcholata? ¿Van a presentar su agenda y sus presupuestos ante el INE o van a operar fuera de la Ley? Evidentemente la finalidad y el objetivo es hacer labor de proselitismo a favor de Claudia Sheinbaum Pardo, así que ¿quién paga todo esto y cómo se está fiscalizando?
Por otro lado, está la presencia del Dip. Octavio Rivero Villaseñor quien otorgará a bendición a esta camarilla para empezar a operar. Veamos: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) estableció que los servidores públicos deben abstenerse de acudir a los actos proselitistas en días hábiles, para garantizar la equidad en los procesos electorales.
En la Tesis L/2015, con el rubro “Actos proselitistas. Los servidores públicos deben abstenerse de acudir a ellos en días hábiles”, indica que de conformidad con lo previsto en el artículo 134, párrafo séptimo, de la Constitución, los servidores públicos tienen la obligación de observar el principio de imparcialidad para preservar condiciones de equidad en la contienda electiva.
De manera que los funcionarios no deben aprovechar el cargo que ostentan para afectar los procesos electorales a favor o en contra de un candidato o un partido político.
En este sentido, cuando se encuentren jurídicamente obligados a realizar actividades permanentes en el desempeño del cargo público, sólo podrán apartarse de esas actividades y asistir a eventos proselitistas, en los días que se contemplen en la legislación como inhábiles.
El documento establece que los servidores públicos pueden participar en actividades proselitistas, cuando ejerzan el derecho constitucional de un día de descanso, por haber laborado durante seis días a la semana, conforme con lo previsto en el artículo 123, apartado B, fracción II, de la Constitución. La Tesis fue aprobada en la sesión pública de la Sala Superior celebrada el 5 de agosto de 2015.
Con las reformas expedidas en 1982, en términos del artículo 108 constitucional se observa que: se reputarán como servidores públicos a los representantes de elección popular, a los miembros de los poderes judicial federal y judicial del Distrito Federal, a los funcionarios y empleados y, en general a toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en la administración pública federal o en el Distrito Federal, así como a los servidores del Instituto Federal Electoral. El Dip. Octavio Rivero Villaseñor es un representante de elección popular, por lo tante la Ley le impide participar en actos proselitistas en días que no sean de descanso. Y este lunes 27 de febrero lo es. Claro, a los morenistas no le vamos a salir con que la Ley es la Ley. Total, el cinismo y desvergüenza en su estado puro de quienes se ostentan como representantes del cambio verdadero. Es cuánto.