Nacional
El combate a la corrupción de la 4T solo es mero discurso
“Destape, auditor tapadera. Destape la cloaca de la corrupción. Aquí se lo dejamos. Mire, destápelo. Usted, destápelo, sin miedo. ¡Destape la cloaca!”: Dip. Inés Parra.
Por Consejo Editorial
Expresidentes, políticos, empresarios, exservidores públicos, medios de comunicación y comunicadores son tildados de corruptos por el presidente Andrés Manuel López Obrador, un día sí y al otro también, en su perorata conocida como “La Mañanera”, pero ninguno de los aludidos, en cinco años de gobierno, ha pisado la cárcel, ha sido sujeto de investigación o, al menos, sujeto de alguna denuncia penal, lo cual automáticamente convierte al jefe de la llamada Cuarta Transformación en cómplice de lo que acusa.
Sin mayores pruebas que su abundante saliva, sus imaginarios “otros datos” o lo que diga su dedito, López no tiene empacho en acusar de corrupción toda aquella voz que piensa distinto a su doctrina, que se atreve a disentir o razonar, pero de acuerdo con la legislación vigente, al no aportar pruebas de sus acusaciones ni proceder penalmente lo dejan ante dos caminos: o se convierte en cómplice o en un contumaz delincuente cotidiano de los delitos de la difamación y la calumnia. Y mientras el líder la secta guinda sigue acusando, sin aportar pruebas, de corruptos a medio mundo, en los hechos, durante su gestión aumentó la corrupción en una medida inversamente proporcional al de la rendición de cuentas y el ejercicio de las auditorías internas.
Durante la gestión de David Colmenares al frente de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), ha disminuido la realización de auditorías forenses, un tipo de investigación en el que el organismo realiza “una revisión rigurosa y pormenorizada de procesos, hechos y evidencias, con el propósito de documentar la existencia de un presunto acto irregular”.
Entre 2019 y 2022, la ASF realizó el menor número de auditorías forenses en los últimos 10 años. Mientras en la administración del anterior auditor, Juan Manuel Portal, se realizaban entre 10 y 15 auditorías forenses por año, en la de Colmenares han sido menos de 10 e incluso, en 2021, no hubo ninguna, de acuerdo con la revisión del Programa Anual de Auditorías de 2013 a 2022.
Las auditorías forenses, en algunos casos, son el preámbulo a una denuncia penal que la ASF puede interponer al encontrar evidencia de un presunto delito. Sin embargo, las denuncias penales de los últimos cinco años se han concentrado en irregularidades del sexenio pasado.
Como hemos informado en Tu Espacio del Sureste, el único caso denunciado del gobierno actual es el desvío ocurrido en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), organismo creado en esta administración y cuyo exdirector, Ignacio Ovalle, está cubierto por el gracioso y sagrado manto presidencial de la impunidad y aún mantiene un cargo público; actualmente, está al frente del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed).
En la revisión de la Cuenta Pública de 2022, el plan de auditorías contempla realizar 10 auditorías forenses, pero ninguna de ellas será al gobierno de López Obrador, sino únicamente a los estados que recibieron recursos de la Federación para la construcción de infraestructura social y participaciones federales. Se trata de la primera ocasión en una década en que no habrá ninguna auditoría forense a alguna área del gobierno federal en funciones.
La semana pasada, cuando el auditor Colmenares entregó el primer informe de la Cuenta Pública de 2022, la diputada de Morena Inés Parra le llamó “tapadera” de actos de corrupción. “Está el tema del Tren Maya, el tema de la Conade, que es lo más reciente y que no se está investigando”, reclamó. Incluso, durante el acto protocolario, la legisladora se levantó de su lugar y se dirigió a Colmenares, a quien le entregó una cacerola y le pidió que la abriera.
“Destape, auditor tapadera. Destape la cloaca de la corrupción. Aquí se lo dejamos. Mire, destápelo. Usted, destápelo, sin miedo. ¡Destape la cloaca!”, insistió.
Colmenares no lo hizo, pero ella sí. Dentro de la cacerola había ratones de plástico que dejó frente al auditor. Es cuánto.