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Walldina, Mardoqueo y Gaspar: el baile de las mascaradas
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
Esta campaña electoral ha sido muy atípica. No sólo ha influido el hecho que la pandemia no permite las grandes reuniones, sino que precisamente eso ha trasladado la contienda a otra arena: las redes sociales.
A esto también hay que añadirle varios ingredientes más: el primero de ellos es el brincoteo y chapulineo de los candidatos a diversos partidos.
Walldina, aunque ahora ella lo niegue, repudió al PT para acomodarse en Morena; Mardoqueo ya desfiló por el PRI, PAN y Morena para que, finalmente, le dieran su chance en MC y Gaspar fue priista toda su vida, hasta que negoció con Freddy su incorporación al PAN y su eventual candidatura.
Es muy difícil creer que todos estos movimientos se dieran por convicción. Quien quiera venderme esa idea sólo estaría insultando mi inteligencia. Quien afirme que Walldina, Mardoqueo y Gaspar están ahí para luchar por un Umán mejor miente… y miente porque hasta ahora ninguno de ellos ha demostrado, más que con discursos, que en verdad desea cambiar la situación tan penosa en la que Umán se encuentra.
Walldina no representa a Morena, y votar por ella no significa apoyar a la 4T. Votar por Walldina es otorgarle a los Castillo, de nuevo, las riendas de Umán y dejar en sus manos su futuro. Cómo dijo el filósofo contemporáneo: “Lo que se ve, no se niega”. Aunque los “boots” de Walldina aseguren, con todo el cinismo del mundo, que solo son chismes, es un hecho conocido que Enrique Castillo es quien mueve los hilos de esa marioneta.
Por su parte, Mardoqueo representa a todo lo que Freddy significa. Tres años como aviador y poco más de dos años como regidor calientasillaslevantadedos amarran una complicidad que impide que Mardoqueo pueda actuar para limpiar todo el cochinero que Freddy dejará en las cuentas públicas. Lo quiera o no Freddy lo tiene agarrado de los huevos: si Freddy cae, también cae él.
Gaspar y sus “boots” son otros que también nos quieren ver la cara. Su estrategia para vendernos un rompimiento con Freddy está tan mal estructurada que ni ellos mismos se lo creen, porque habiendo tantos elementos para llevar a Freddy a los juzgados penales Gaspar no ha utilizado ninguno. ¿Por qué? Porque no es su intención llevar a efecto cambios efectivos en la administración pública de Umán, su único propósito es cubrirle las espaldas a Freddy, su mecenas, para que este se retire tranquilo. Es cuánto.