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Umán, los umanenses, los candidatos y los candidotes (y III)
Por Consejo Editorial
La siguiente en está lista es la candidata morenista Kenia Walldina. El grave problema de Kenia es no se sabe nada de ella: no tiene experiencia como servidor público y no es muy conocida en Umán. Este desconocimiento de la trayectoria política de Walldina podría haber sido usado a su favor, de no ser porque la gente de la que se ha rodeado no goza de muy buena fama en Umán.
El primer pecado de Kenia es haber llegado a la candidatura mediante una imposición. El nombramiento de Walldina como candidata proviene de un grupo que tomó a Morena por asalto y, dejando de lado a los verdaderos morenistas, les dio cabida a políticos chapulines provenientes del PRI, del PAN y de todos lugares. El partido ha sido manejado, desde entonces, como una marca en la que el candidato, en este caso Kenia, no se ganó su candidatura, sino que compró acciones de la franquicia. Hay que puntualizar que, tal parece, con su ingreso a Morena todos esos chapulines provenientes del PRI y del PAN reciben una exculpación de sus pecados anteriores para convertirse en mártires impolutos de la 4T. Kafkiano, pero real.
Por desgracia los accionistas de Morena en Umán es gente muy conocida; en primer lugar, están los ex priistas y panaderos: los Castillo. ¿Qué se puede decir de ellos que no se haya dicho ya? Junto a los “Castío” vine de pilón la también ex priista Carmen Navarrete, mejor conocida como la “Ivonne Ortega del Sur”, ¿hace falta decir algo más? La presencia de semejantes padrinos en la campaña de Kenia Walldina les hace creer a los malpensados que tanto Enrique Castillo como Carmen Navarrete están invirtiendo capital a la campaña de la morenista… para después cobrarlo con intereses ya que Kenia esté en palacio municipal.
Otro que se sumó al grupo de Walldina es el ex síndico Bruno Xool, quien también está involucrado en la demanda penal en contra de los Ruz-Guzmán-Couoh por presunto enriquecimiento ilícito. Por lo pronto Xool será citado por la fiscalía en calidad de testigo, pero eso no significa que su situación jurídica no pueda cambiar para imputársele cargos por la presunción de coalición de servidores públicos en su modalidad de delincuencia organizada. En caso de encontrársele a Freddy Ruz Guzmán culpable de peculado, Bruno Xool tendría que aclarar cómo es que él aprobó las cuentas públicas de Ruz sin percatarse, en su función de síndico, de los presuntos desvíos de millones de pesos de erario a los bolsillos del presidente municipal y su familia.
Kenia tampoco ha sido capaz de presentar un plan de trabajo, ni ha explicado como resolverá la problemática pública que aqueja al municipio. El único discurso político que han usado ella y sus seguidores es el gastado eslogan que reza que “Morena es la esperanza de México”, este, y el “Voto masivo por Morena para acabar con el PRIAN”, son repetidos como mantras religiosos hasta el hartazgo. El grave problema es que si bien hace tres años ambos lemas generaban una verdadera esperanza para una ciudadanía harta y enojada de los mismos políticos y gobernantes que ahora están en Morena, hoy esos eslóganes sólo suenan a cinismo puro y duro; los “boots” y la gente de Walldina nos los podrán repetir hasta de rodillas, el problema para ellos es que acompañados de los “Castío” y la Navarrete ya nadie les cree y tampoco les queda ya el papel de víctimas del sistema. (Continuará)