Mérida
Regreso al oscurantismo…
LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
En Yucatán estamos viviendo una época de Oscurantismo, pese a ser “una tierra de maravillas”, pero por el Covid-19 está sumergiéndose en la ignorancia, la superstición, la ley del más fuerte y el miedo irracional.
Un pueblo con miedo, un pueblo que no está informado, es un pueblo manipulable.
Pero expliquemos algo: ¿Qué es o fue el oscurantismo? En el aspecto histórico inició al caer el Imperio Romano de Occidente (siglo V d.C.), y prevaleció durante toda la Edad Media hasta el Renacimiento.
Fue una actitud contraria a la difusión de la cultura, el conocimiento en sí debía ser regulado por las circunstancias divinas, las cuales eran interpretadas por simples mortales que se imaginaban que actuaban “a la manera del Señor”.
Se defienden ideales, posturas, conductas absurdas, irracionales o de plano comprobadas como falsas y sin sustento. El conocimiento es malo pues la ignorancia es el estado más puro del Hombre y el Hombre debe mantenerse puro.
¿Hay oscurantismo en pleno XXI? Bueno, recordemos algunas situaciones que se han dado en las semanas de contingencia sanitaria.
Era práctica antigua cerrar los pueblos que tuvieran una plaga, para evitar el contagio. Se recurría a la purificación por fuego (sean personas o propiedades); evitaban el contacto con el exterior y perseguían a quienes tuvieran que realizar algún viaje.
Varios municipios se han cerrado y este aislamiento se agrava porque los recursos propios se acaban, porque escasean los alimentos, porque la tensión se va acumulando y es muy fácil que la autoridad se exceda, porque ellos tienen el poder absoluto en su comunidad. Ejemplos hay muchos, con alcaldes y comisarios que actúan como Señores Feudales.
Pero se les ha pasado leer, asesorarse para entender que ya en esta etapa el virus se encuentra dentro y los casos de contagio serán locales. El cerco se debió hacer desde un principio.
En el Oscurantismo también se creía que todo pasaba por intervención del Maligno, que las brujas eran responsables de eso y perseguían a las mujeres. Ahora no se hace igual, pero sí se han perseguido, apedreado, quemado a lechuzas de campanario “por ser de mal agüero” o ser brujas transformadas.
Podría parecer parte de un cuento escrito en la escuela del Realismo Mágico, pero tristemente no es así, se está viviendo en Yucatán. Hay mucha desinformación, alarma e incitación al odio.
Si se hizo o no lo adecuado en su momento, eso ya es parte de la historia reciente, lo verdaderamente importante ahora, es que la enfermedad ya la tenemos y es necesario que cada quien haga bien su parte, sin que el pánico los guíe.
Como dato comparativo, sin buscar culpables, tan sólo por fríos números. Aunque se maneja que Yucatán fue de los primeros estados en aplicar un protocolo de contingencia sanitaria. Las cifras del sábado 16 de mayo señalaban que Yucatán, es el tercer lugar a nivel nacional en casos activos, detrás de la Ciudad de México y Tabasco, con mucho menos habitantes que ambas entidades, entonces ¿qué ha pasado?
Pero el manejo de la contingencia seguirá, continuarán los miembros de la casta política llenando de discursos cuanto espacio tengan a la mano, sin comprometerse a nada, aunque diciendo lo que gente quiere escuchar e interpretar.
Pero de eso, habláremos la siguiente semana…
Hasta la próxima.