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Enrique Castillo y la compraventa priista de olvidos y dignidades

Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
La “secreta” reunión que “Quique” Castillo sostuvo con los priistas umanenses Patricia Nah, Miguel Brito, Juan Valencia, Carlos Baas y Daniel Ortiz, es una clara evidencia que lo que se está cocinando para Umán, y los umanenses, no es más que otro potaje acedo, hartamente condimentado de traiciones pasadas ya olvidadas, traiciones futuras y compraventa de dignidades.
Además, con toda seguridad, los cocineros de tal mejunje querrán que los umanenses se lo traguen con harto camote de impunidad. Aclaremos las cosas de todo lo dicho, punto por punto.
En primer lugar; ¿qué están tramando Castillo y compañía que no quieren que se sepa? Vaya… luego de hacer una reunión en Caucel, muy lejos de Umán, y conociendo muy bien al organizador y a los invitados, no es de locos ni de malpensados que algo turbio están tramando. Si fuera algo bueno ¿por qué no hacer la reunión en Umán a la vista de todo mundo? Si es que se esconden, es porque algo sucio traman.
Tampoco puedo sacar de mis “cochinos” pensamientos si tendrá algo que ver en todo esto la ahora naranja Ivonne Ortega. Y no puedo sacar a la dzemuleña de esta grotesca receta culinaria política porque ella es la madrina de Quique Castillo, y esas querencias no se olvidan. ¿Será ella la mano que mece la cuna… perdón… la mano que chicolea el cucharón del maloliente guiso?
De Miguel Brito, Juan Valencia, Carlos Baas y Daniel Ortiz no me queda claro que sabor le darán al potaje de Castillo. Ninguno de ellos pinta, ni da color y nunca han hecho nada por Umán. Es más, ni siquiera se les puede llamar líderes. Quizá Enrique los quiera usar como la Maicena; solo para espesar su insípido caldo y que quede más “llenón”. No les veo otra utilidad.
De Paty Nah lo único que puedo pensar es que tal parece que su dignidad quedó guardada en el rincón más oscuro de su closet, ahí junto a lo sucedido en las elecciones pasadas. La señora Nah aparentemente ya olvidó que fueron Enrique Castillo y su clan quienes la vendieron a ella y a los priistas durante la contienda electoral pasada.
Sin embargo, a todos los mencionados los une algo que, para ellos, vale más que la dignidad; el amor al billete. Claro que su discurso de no va a versar sobre sus intereses económicos. Dije que me parece que son indignos e interesados, no tontos. Con toda seguridad nos van a decir que se juntaron para cocinar algo en beneficio de Umán y los umanenses y que, ahora sí, ellos son los buenos de la película.
Además de Ivonne, otro que no estuvo allí, pero que seguramente también tiene vela en el entierro es Freddy Ruz. En las dos últimas contiendas políticas el alcalde umanense pactó con los priistas, eso es vox populi. Y en la más reciente, el negoció lo celebró precisamente con Enrique Castillo en detrimento de Patricia Nah. Freddy Ruz está desesperado, sabe que de ganar la próxima contienda política alguien que no sea de su “equipo”, quien llegue a la silla presidencial, con toda seguridad, le fincará responsabilidades ante la Ley. Ruz Guzmán necesita que ganen sí o sí “Venturita” o “Quique”, sólo de esa manera saldrá impune y nunca se le juzgará por todos los presuntos actos de corrupción cometidos durante su administración. De ser así, Umán va a perder de nuevo. Es cuánto.
