Progreso
Como cada mes el Pbro. Óscar Manuel Cetina Vega da su mensaje
Progreso.- En nuestro corazón de pastores, están constantemente presentes no sólo en las oraciones, sino también en cada Eucaristía que presidimos, con la certeza de que la bendición de Dios se desborde en el corazón de cada hogar. Nuestro saludo y afecto para todos y cada uno de ustedes expresó el párroco de Progreso, Pbro. Óscar Manuel Cetina Vega, al enviar su mensaje por el mes de mayo.
Juntos hemos caminado ante esta situación que nos ha vuelto la mirada a Dios, al pastor que nos conduce en medio de las dificultades que ha atravesado personalmente el tenebroso valle de la muerte: el pastor que conoce incluso el camino que atraviesa el camino de la muerte, y que no abandona ni siquiera en la soledad, es capaz de mostrarnos nuevamente su rostro misericordioso.
Este es el mensaje de la Pascua que no pierde actualidad al devolvernos la esperanza que solamente la encontraremos en la Resurrección de Cristo.
La Iglesia, no deja de presentarnos también la figura de la Virgen María que nos enseña a “preservar unidos en oración”. En la Pascua también descubrimos ese rostro de la Iglesia como la comunidad de oración, en la que está presente la Madre del Señor. Por eso, en este mes de mayo, mes mariano, nos unimos a la invitación que nos hizo el Papa Francisco para “redescubrir la belleza de rezar el Rosario en casa, con la familia”. Una devoción que nos ayuda, sin duda, a vencer la incertidumbre y el aislamiento, el estrés y la angustia que ha generado la pandemia a causa del COVID-19.
En tiempos de emergencia sanitaria y la realidad de confinamiento, la mayoría de la gente tiene necesidad de información, pero lo que define al cristiano es ser portador del Evangelio, de la buena nueva que nace de la cruz y resurrección de Cristo. Ser capaz de comunicar esperanza, es una tarea de todos, indicó.
Agradezco de corazón sus donativos en favor de nuestra parroquia. Dios, nuestro Señor, les fortalezca en estas circunstancias. Les reitero que seguiremos transmitiendo las Eucaristías los domingos y así llegar hasta sus hogares, finalizó.