Mérida
Comienzan los festejos carnestolendos
Por El Cazador Nocturno
Los yucatecos no necesitamos meternos sustancias extrañas o fumar de la hierba que da risa para experimentar hechos surrealistas; nuestros servidores públicos, empezando con nuestro gobernador, Mauricio Vila, y su gabinete a diario nos dan muestras que ellos viven en un mundo extraño que los ciudadanos no alcanzamos a percibir. Lo vivido esta semana esta semana durante la comparecencia de secretarios en pasada glosa del primer informe es una clara muestra de lo que digo.
Pero, de plano, el que literalmente se pasó más de tres cuadras es el senador Jorge Carlos Ramírez Marín. Jorge se aventó la puntada de subirse a los camiones de transporte público, megáfono en mano, para hablarle a los pasajeros de las bondades de legalizar la marihuana. Por supuesto que todos sus compañeros de viaje, de viaje en camión aclaro, se quedaron viéndolo con cara de “what”. ¿En serio tan necesitado está Ramírez Marín de “baño de pueblo” que hasta de merolico ambulante le hace?
Pero, además, Jorge Carlos se empecina en demostrar que en cuestiones de cinismo tiene más cara que espalda, pues ese tema lo tocó la Verónica Camino Farjat y Jorge Ramírez, de nuevo, sólo sigue las huellas de la senadora, pero no la alcanza. Ahora bien, si a Carlos Ramírez le entró de pronto la ansiosa necesidad de abordar camiones del transporte público ¿por qué no aprovecha sus viajes y mejor presenta una propuesta para, ahora sí, dotar a los yucatecos de un sistema integral de transporte público bueno, bonito, barato y eficiente? Que aborde Ramírez Marín cualquiera de esas unidades que viajan al poniente la ciudad de Mérida para que vea que, hasta por cuestión de salubridad, esos mal llamados camiones ya ni siquiera deberían circular para ir a la esquina.
Claro, los malpensados dirán, con mucha dosis de razón, que el senador jamás presentaría una propuesta que le confronte con Mauricio Vila. Y, con toda seguridad, tocar el tema del paupérrimo servicio de transporte publico en Yucatán le generaría al gobernador viajero mucha comezón así que ¿para qué buscarle tres pies al gato?, mejor Ramírez a volumen de megáfono propone legalizar la “mota”. De risa, pero esa es la realidad, y en la realidad de todos los días, y sin necesidad de marihuana legalizada, los que sufrimos los malos viajes son quienes usamos el trasporte público.