Mérida
La complicidad del voto nulo…
LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
En 2018 mucha gente hizo campaña a favor del “voto nulo” o no votar, pues “no estaban de acuerdo con el sistema político”, sin darse cuenta de que en realidad estaban contribuyendo a que siguiera funcionando y ahora, dos años y medio después, se andan quejando en las redes sociales contra de quien resultó electo en ese proceso.
En esa elección. con el 62. 6 por ciento de los ciudadanos en las urnas, unos dos millones y medio anularon su voto y se abstuvieron de votar 36 millones 799 mil personas, por decir números cerrados. Como dato comparativo, el actual presidente de México tuvo 30 millones 113 mil 483 votos, 30 por ciento más de lo que obtuvo el segundo lugar.
En porcentaje de electores, no fue la elección más concurrida, pues en 1994 votó el 77 por ciento, ni votaron a favor del ganador la mayoría de los electores, por el contrario, ganó el abstencionismo y con su aliado, el voto nulo, entre ambos tuvieron casi nueve millones más de votos que el candidato que se alzó con el triunfo.
Pero es historia vieja. Lo interesante es que ahora quienes fueron activistas de ese voto nulo y del abstencionismo, ahora se suman a las filas de quienes protestan y critican las “políticas públicas” de la Administración Federal, pero en su momento no salieron a ejercer esa arma ciudadana que es el voto. Decir “no estoy de acuerdo, no voy a votar”, permitió que otros decidieran y ahora están arrepentidos, pero algo aún más preocupante es que a escasos meses del inicio de las campañas electorales, nuevamente hay activismo promoviendo el voto nulo o el no votar.
¿A quién esperaban beneficiar? ¿Cómplices de quiénes eran? ¿Para que abstenerse de votar si luego se quejarían del resultado? Parece que no se aprende bien de la historia. Parece que se ha olvidado que en las elecciones de 1976 en México sólo hubo un candidato (José López Portillo), porque Acción Nacional no postuló a nadie, los demás partidos lo proclamaron también su candidato y el Partido Comunista, sin registro, postuló a Valentín Campa, cuyos votos no contaron. López Portillo obtuvo el 90 por ciento de los sufragios emitidos.
Cabría preguntarse si esos activistas del voto nulo y del abstencionismo regresarán con la misma intensidad que entonces o esta vez serán menos, pero por si regresan, un comentario a título personal: no se quejen de aquello que contribuyen a crear. Sean más coherentes y eso se aplica a nivel municipal, estatal y federal.
Ojalá no sigamos en ese hoyo de apatía. Yucatán y México merecen vivir en otra realidad, lejos de las palabras bonitas y las decisiones realizadas por capricho. Hasta la próxima…