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¿Y qué pasó con el derrame de ácido en el 2018 en Arcos I Umán?
Por Aquilesvoy Tinal
Los afectados del Fraccionamiento Arcos I, hasta el momento, no han recibido ninguna respuesta por parte de Freddy Ruz Guzmán, alcalde de Umán.
“Todos hijos o todos entenados” es lo que cita un viejo refrán popular, y lo analizamos nosotros como ejemplo para aclararle al señor alcalde que, hasta la fecha, los vecinos afectados del Fraccionamiento Arcos I en Umán no han recibido respuesta alguna por las afectaciones provocadas por el derrame de ácido que se efectuó en una bodega clandestina, cuyo conocimiento era total del alcalde de Umán, aunque después él dijo en varios medios de comunicación que no tenía nada que ver y así lavarse las manos. ¿Será que la empresa distribuidora de pollos se habrá negado a darle su gastada al alcalde y por eso ahora si “está tomando cartas en el asunto”?
Es verdad, en el 2018 se acercó a los familiares para, aparentemente, darles una solución, aunque, según él, el ayuntamiento municipal no tenía nada que ver, pues esas cuestiones legales le corresponden al gobierno del estado. Sin embargo, en esta casa editorial escribimos una entrega donde un vecino, que salió afectado directamente, comentó que Freddy jamás hizo nada al respecto y que por cuenta propia se había movilizado para interponer la demanda de rigor en contra de la empresa, cuyo nombre es desconocido y, según afirman, es del propio alcalde de la ciudad, o que al menos recibía su buena mordida para pasar por largo que en esas bodegas ubicadas en la carretera Mérida – Umán a la altura de la comandancia municipal, se almacenaba dicho líquido tóxico.
Retomando la pregunta del principio, es del dominio público que el alcalde cobra “cuotas” a las empresas establecidas en municipio de Umán para operar, la mayoría de las veces, ilegalmente. En cuanto a empresas contaminantes en la ciudad “Del Paso”, abundan demasiado. Incluso, aquí mismo, en repetidas ocasiones, se han escrito entregas en donde se enseña que empresas como ECOLSUR, APASCO, Empaques NOVA, entre otras, contaminan de manera potencial al ambiente y ponen en riesgo la integridad de cientos de familias umanenses, pero Freddy hace caso omiso. Eso nos lleva a comprobar la teoría de que esas empresas tóxicas le pagan al ayuntamiento para que estos se hagan de la vista gorda.
Es obvio que quizá esta distribuidora de pollos no habría querido ceder a los jueguitos sucios del primer edil umanense, y que entonces éste aprovechó la oportunidad para interponer un oficio legal ante PROFEPA por el derrame de amoniaco que, según el mismo ayuntamiento en su comunicado emitido en la página pública del alcalde, dijo que afectó a los Fraccionamientos San Lorenzo y Granjas Futura. Si nos damos cuenta, es el mismo “modus operandi que se dio con el supuesto operativo donde se decomisó alcohol clandestino el sábado pasado, algo así como: “o pagas o te caemos”.
Tal vez también sea una estrategia más para intentar desempolvar su imagen, aunque particularmente no es creíble, pues sabemos perfecto que, a Freddy Ruz Guzmán, lo único que le importa es todo aquello que deja dinero. En fin, ojalá en serio se tomen cartas en este asunto y que se retomé lo que sucedió en el 2018, así se da solución a dos problemas de un solo jalón.