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Los umanenses ven la tempestad y no se hincan
Por Aquilesvoy Tinal
256 casos, 34 defunciones por COVID-19 en Umán, los supermercados incontrolables y las autoridades desajenadas.
A pesar de las medidas de prevención que el personal de distintos supermercados de Umán ha llevado a cabo, la gente hace omisión a dichas medidas y siguen amontonándose en las puertas de los establecimientos para entrar a comprar, algunos entran de dos en dos, de contrabando.
Aquí hay una situación que vale la pena aclarar: a principios de dicha pandemia, en esta casa editorial hemos dicho hasta el cansancio que cuidarse es responsabilidad compartida, tanto autoridades como sociedad civil. Es notable, que la gente en Umán sigue siendo necia y terca; es cierto que se necesita salir a comprar para subsistir, pero llevando a cabo las medidas necesarias, las cuales a muchos umanenses les vale un pepino y se piensan superpoderosos.
La parte que le corresponde a las autoridades, al menos en esta ciudad “Del Paso”, desde un principio fueron medidas mal hechas, mal planeadas y mal llevadas a cabo. Deberían aproximarse los elementos de seguridad municipal, para ayudar al personal de los establecimientos a “obligar” a la gente a seguir al pie del cañón las medidas preventivas. Aunque piensen que no, esta si es tarea del ayuntamiento, sobre todo ahora que en Yucatán existe un rebrote de contagios de coronavirus.
Según el parte médico de la SSY de este sábado, en Umán hubo 8 casos nuevos, sumándose un total de 256 personas contagiadas por el nuevo coronavirus. Así mismo, se informó de tres fallecimientos de personas originarias de la ciudad: Hombre, de 57 años, con hipertensión y diabetes; sus contactos hasta el momento se reportan asintomáticos. Hombre, de 57 años, con hipertensión e insuficiencia renal crónica; sus contactos se reportan asintomáticos. Hombre, de 57 años, con hipertensión; convivía con 3 personas, todas asintomáticas. Así suman 34 las personas que han perdido la batalla al COVID-19.
¿Qué le queda a los umanenses? La misma respuesta de siempre: ¡cuidarse por sí mismos y por sus propias familias! Hay que seguir al pie del cañón con las medidas de prevención, recordar que, aunque las autoridades estatales no coincidan con las federales, el virus está ahí afuera esperando a la gente necia y terca.