Mérida
Vienen días felices, con dos Carnavales…
LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
La designación de candidatos de los diversos partidos políticos, de cara a las elecciones intermedias, marca el inicio de “días felices” que serán reflejados en los discursos triunfalistas y hablando de una realidad diferente al día a día del ciudadano común.
También, acorde con las fechas carnavalescas que igualmente se aproximan, veremos muchas comparsas armadas a tono del abanderado en turno. Con esta tónica habrá baño de pueblo, caretas sonrientes, trajes temporales y mucho baile…, en ambos Carnavales. Sólo que en uno de ellos habrá que escoger entre bailar con la escoba o en el más feo, o fea, según sea el caso.
Lo clásico y conocido es que en los partidos mayoritarios en Yucatán surjan inconformidades en cuanto a la lista de sus ungidos. Esta vez pasó algo raro. No ha habido tanta protesta, pero no porque hayan sido en realidad los precandidatos “del pueblo”, sino porque el panorama político les ha tomado de sorpresa.
De esa manera se ha combinado el cambio de camisetas, con la desbandada de militantes de un partido argumentando que “ya no los representa”, aunado al desánimo, a alianzas impensables o la designación de personajes que durante décadas se mostraron como antagónicos y ahora a los militantes se les dice que apoyen a sus nuevos compañeros de partido. Sin contar el “derecho de sangre”.
Y hay otro aspecto interesante lo que se consideraba, al menos en el papel, como tercera fuerza política en Yucatán (PRD), entre sus tumbos y patadas de ahogado, se enfrenta a un panorama político complicado pues casi de la noche a la mañana el Movimiento Ciudadano y Morena parece tener mejor futuro y posicionamiento que ellos en Yucatán.
Con esas perspectivas al ciudadano le tocará votar por inercia con un peligroso abstencionismo con electores desmotivados e inconformes, frente a una lista de candidatos polémica, por decir algo amable, lo cual ya no es raro, lo que sí llama la atención es que esto ocurre en el seno de todos los partidos políticos, con personajes ya conocidos, de dudoso historial y con antecedentes no muy agradables dentro de la función pública.
En Yucatán muchos de los nombres de aspirantes han despertado comentarios y el desconcierto de la militancia y hasta del ciudadano común. El panorama electoral en el país es difícil. El COVID, el desempleo, la pobreza, el aislamiento, etc., acrecientan la inconformidad social. El otorgar apoyos económicos, pero sin apoyo a la producción, no es la solución, así como tampoco incrementar impuestos o ejercer un terrorismo fiscal de querer controlar todos los ingresos del ciudadano.
Estamos ya en pleno proceso electoral, la caballada está flaca, como decía el viejo PRI, ese al que pertenecieron muchos “Morenos” e izquierdistas actuales, entonces habría que preguntarse si quienes salgan vencedores estarán a la altura de las exigencias de la sociedad en estos tiempos difíciles o Yucatán seguirá siendo un botín.
Sea cual sea el partido y la posición que desempeñen en los próximos tres años, ojalá las elecciones nos den políticos de altura, en vez de solamente personajes de Carnaval. Es tiempo de liderazgos, no de comparsas.
Hasta la próxima…