Progreso.- Para Luis Casanova la cuesta de enero se da, en parte, porque durante noviembre y diciembre la gente gasta más de lo que tiene.
En este mes, cuando se tiene que pagar alguna deuda contraída o realizar los gastos del mes, recurren a prendas y artículos que llevan a las casas de empeño para obtener recursos líquidos que les permitan enfrentar rápidamente los compromisos económicos, comentó.
Y es que a la hora de acudir a dejar una prenda, hay cuestiones básicas que no se pueden dejar pasar.
Primero, el préstamo debe estar asociado con el valor real del bien empeñado. Para saber cuál es el precio, lo recomendable es tener conocimiento del precio real del producto y cotizar en varias casas de empeño.
Además de: la tasa de interés que cobren por el préstamo; plazo que le dan para pagar. Saber la temporalidad que tiene la gente para sacar la prenda.
La presentación de la prenda es necesaria para garantizar el pago del préstamo, ya que, en caso de que la cantidad otorgada o sus intereses no sean cubiertos oportunamente, la institución podrá absorber la propiedad del bien y subastarlo o venderlo para recuperar el crédito.
Cabe subrayar que de los pignorantes, un 30% recupera su prenda en el primer periodo de meses, que varía de los tres a los cinco; de cada 10 personas que empeñan, al menos nueve recuperan sus productos, lo que más se empeña son alhajas y relojes y el promedio que prestan a la gente es de 3,500 pesos.
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