Mérida
Estos tiempos de campaña
LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
Estamos a menos de cien días de las elecciones intermedias, que representan mucho tanto para el estado como para el país, pero que serán en un escenario muy diferente al de procesos anteriores: con un confinamiento que incrementa la desesperación, la incertidumbre y el enojo social.
Para la segunda mitad del sexenio las cosas no pintan bien. Se habla de la necesidad de cambios, adecuándose a las necesidades de la sociedad, en respuesta a los problemas de viejo y nuevo cuño. Hay desempleo, nuevos pobres, economía a la baja, una pandemia no controlada, sin medicinas, sin alternativas, sin respuestas.
Panorama muy negro, que puede empeorarse, pues ante la falta de propuestas de los partidos, con candidatos grises o con muchas manchas, tenemos enfrente el regreso del fantasma del abstencionismo, ese mismo que llevó a pulverizar a los partidos ya conocidos para entronizar a quienes en el poder, pero que no han sabido responder a los retos sociales y únicamente gobiernos por decretos emanados de las ocurrencias.
Aunque gobernados por partidos diferentes, Yucatán parece un reflejo de la situación nacional. Con poco apoyo a las actividades productivas, excesos en el ejercicio de sus funciones, sin cuentas claras, endeudamiento, desempleo y falta de rumbo. Tenemos a un príncipe azul solitario en Palacio, que se ha encargado de desdibujar a su propio partido con la inclusión de personas que militaron en grupos antagónicos y con ello ha provocado la desconfianza de sus mismos militantes.
Pero lo mismo se ha dado en otros partidos, que han recurrido a personajes tricolores, quienes están posicionándose en las listas de aspirantes al grado que tal parece que estaremos viendo nuevamente una contienda de nombres ligados al PRI, situación que demuestra que en Yucatán no hay partidos de oposición.
Pero independientemente de los nombres, estamos en los tiempos cuando todos ellos son amigueros, sencillos, tratables. Por muy mal carácter que tengan se muestran solidarios y hasta aceptan el taco y el agua fría, que dicen le sabe a gloria.
Todo eso será en el tiempo de campaña, que será distinta por las restricciones de movilidad por la pandemia. En esta ocasión van a jugar un papel muy importante las redes sociales y todo lo relacionado con los hipermedios.
Esto no durará mucho, una vez electos dejarán de pertenecer al reino de los simples mortales y actuarán como si fueran de la corte real, o pertenecieran a la realeza. Es entonces cuando la soberbia crece y atrás quedarán los tacos del mercado, las empanadas de los puestos de la calle o los refrescos compartidos; en su lugar ya habrá restaurantes caros, compras en tiendas exclusivas con sus tarjetas de crédito departamentales y tendrán afición por el “buen vino”, aunque hayan crecido tomando pozole con coco o agua de horchata.
Entonces veremos la metamorfosis que los lleva a adquirir sabiduría y ser doctos en la materia. ¿Qué importa si no conocen del tema? Total, el nombramiento y el puesto lo harán todo y de la noche a la mañana hablarán, comerán y ordenarán como si hubiesen nacido para ello.
Es triste, pero son escasos aquellos quienes no pierden el piso y desempeñan de manera responsable, capaces de reintegrarse a sus actividades previas, con dignidad y orgullo de haber realizado un trabajo bien hecho. De estos últimos, insisto, son escasos, pero de ellos necesitamos más.
Hasta la próxima…