Mérida
En Sedatu entrega INAH solicitud de expropiación de Dzibilchaltún
Por Didier Madera
En las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), en la Ciudad de México, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entrego la solicitud de expropiación de un polígono de 53 hectáreas que el Ejido de Chablekal pidió respecto a la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún.
Mientras tanto, desde el pasado viernes 2 el sitio permanece cerrado, ya que los ejidatarios siguen apostados a la entrada.
El jefe del Jurídico del INAH – Yucatán, Arturo Chab Cárdenas, explicó que en el oficio 401.2C.1/2021/813 dirigido al titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón, “se le solicita que se expropie a favor del gobierno federal un polígono de 53 hectáreas, con el objeto de asegurar la conservación del patrimonio cultural de la zona”.
En el oficio se anexó el dictamen de utilidad pública emitido por el especialista del INAH – Yucatán, Ángel Góngora Salas, y se espera que pueda ser analizado a la brevedad, acotó.
Expresó que el INAH continúa realizando las gestiones necesarias para atender las diversas solicitudes del núcleo agrario en Yucatán.
La Zona de Monumentos Arqueológicos de Dzibilchaltún tiene una extensión aproximada de cinco millones 701 mil 707.87 metros cuadrados y destaca por ser también un Parque Nacional en donde convergen tierras de uso común ejidal con el patrimonio arqueológico y natural.
“Al interior del Ejido de Chablekal se encuentra la Zona de Monumentos Arqueológicos de Dzibilchaltún, la cual está debidamente establecida en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos con el folio real 2ASA00000312 y la clave de sitio F16C4231009”, subrayó.
De igual forma, se encuentra dentro del Parque Nacional de Dzibilchaltún en términos del Decreto del Ejecutivo Federal, publicado el 14 de abril de 1987 en el Diario Oficial de la Federación.
Chab Cárdenas aseveró que el INAH continuara con la integración del expediente correspondiente, por lo que solicitó a los ejidatarios a evitar denostaciones y señalamientos infundados puesto que crea un ambiente no propicio para las negociaciones.
“Continuaremos respetuosos a las manifestaciones y acciones que el ejido estime pertinentes”, abundó.