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Y cayeron los benefactores…
LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
La ciudad exhibe imágenes espectaculares de cuasi ángeles, paladines o santos patronos, quienes ofrecen dar “su vida” por Mérida y presumen de su contacto con la sociedad, así como de su extrema sensibilidad y don de gentes, investidos de una serie de virtudes que los proyectan como “hombres y mujeres ilustres, modelo a seguir”.
Los vemos recorriendo calles, cortando hierba, manejando bici o preparando tacos, en fin, son personajes sencillos, como cualquiera, que únicamente aspiran a servir a sus conciudadanos…, perdón casi me ahogo con la risa contenida.
Es indudable que estamos en tiempo de campañas electorales, diferentes a otros años por la contingencia sanitaria, pero campañas al fin. Los candidatos han salido de cacería, para capturar simpatías que los lleven a obtener el puesto anhelado y sentirse tocados por la mano divina a través de las urnas.
En este escenario llama la atención que parecen haberse desdibujado los candidatos que ahora han salido a las calles y que en redes sociales recurren a las canciones, a la cascarita de algún deporte, o a decir “maravilla soy, maravilla fui”, en unos casos mientras en otros sólo cumplen el trámite de la campaña, pues esa es su aspiración, el ser candidato para tener su recurso extra.
Ya no hay ese fragor de antaño, pero eso no implica que hayan desaparecido los golpes bajos, las patadas bajo la mesa y las puñaladas traperas que se avecinan y que en algunos casos ya se han dado…, todo sea por “bajar” al contrincante, guardando las formas y conservando la sonrisa, total, en política todo se vale.
Y aún no se ha cumplido la primera mitad de campaña y tenemos cambios de candidatos, otros que siguen haciendo campaña, aunque ya no sean abanderados de su partido, y otros más que de manera mediática buscan recuperar su imagen pública, apostándole a la memoria a corto plazo de los militantes, pero es seguro que habrá quienes se encarguen de mantener vigente el recuerdo de sus “pecadillos”, para difundirlos en redes sociales.
Mientras todo esto ocurre aquí en tierras peninsulares, allá a lo lejos otros personajes se preparan en silencio, seguidos de reojo por quienes ahora actúan desesperadamente para consolidarse y hacer frente al embate que seguramente les llegará en la pugna por el proceso de 2024. En fin, no importa la desesperación, el hambre, el desempleo o la enfermedad, los candidatos ahí están…, a los ciudadanos nos toca decidir.
Hasta la próxima…