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Roger Aguilar ordena eliminar el vídeo de su “III Informe” porque las cifras no cuadraban
¿Error de dedos o consecuencia de un burdo maquillaje en los números de la cuenta pública del ayuntamiento de Motul?
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
Casi al finalizar con su “III Informe”, el alcalde motuleño, Roger Aguilar, ordenó que, de inmediato, todos los vídeos relacionados con este acto protocolario fuesen eliminados. La orden incluyó no sólo el vídeo “oficial” del “informe”, sino también todos aquellos que transmitieron los medios de comunicación invitados. La información que ha trascendido, es que Roger Aguilar le ofreció a los motuleños un “informe” con cifras que no corresponden al escrito oficial que se entregó, o que debe entregarse, a la cámara de diputados.
La eliminación de toda prueba sobre lo que “El Zorro” mal informó la noche de anoche es un indicador que no se trata de un simple error de dedos, que cualquiera puede cometer y que fácilmente podría aclararse. En este caso es evidente que se tratan de graves desviaciones e incongruencias entre los datos de la glosa escrita y lo que Aguilar expresó verbalmente en su informe.
Ahora bien, lo interesante y cuestionable de este caso, es por qué se originó la discrepancia de cifras entre lo expuesto anoche por Aguilar y lo que presenta al congreso. ¿Será que en el intento de maquillar los verdaderos datos de lo erogado del erario se hicieron bolas? Tamaña y tan grave confusión solo puede explicarse si existe más de una cifra para un mismo concepto. El alcalde Roger Aguilar debe explicar detalladamente a los motuleños en que consistieron esas discrepancias por varias razones.
En primera, porque está obligado, después del desinforme de anoche, a hacer del conocimiento público un informe veraz del manejo de las cuentas públicas, también debe explicar puntualmente cuáles fueron esos errores, quién los cometió y a qué se debieron. De igual manera, Roger Aguilar, debe rendir cuentas de cuánto les costó a los motuleños todo el espectáculo mediático y la producción de un vídeo para un informe inútil, que no sirvió para nada porque, al parecer, tuvo de todo, menos la verdad. Eso sin contar que, presumiblemente, también hubo sus chayotes para que los medios de comunicación invitados eliminaran sus propias grabaciones de sus plataformas y redes sociales. Roger aplicó la máxima del filósofo popular: “Que no quede huella, que no, que no… que no quede huella”
Afortunadamente, esta casa editorial tiene en sus manos una copia del vídeo del III (des)Informe de “El Zorro” y, amparados en el artículo 8 constitucional, solicitaremos al ayuntamiento de Motul toda la información que creamos pertinente al respecto para aclarar este asunto, por el bien de la ciudadanía. Es cuánto.