Mérida
Michelle Fridman: la ilógica persistencia del derroche y la vanidad
El comunicado parece ser más una cortina de humo y, para quienes creen lo que Mitch expone en él, un salto de fe: algo que hay que creer sólo porque la secretaria de SEFOTUR lo dice. Para quienes tenemos más de dos dedos de frente es un claro insulto a nuestra inteligencia: ¿de verdad cree Mitch que nos vamos a tragar su narrativa de “inocente paloma”, ignorante que Magnos estaba sujeta a investigaciones judiciales?
Por Consejo Editorial
El comunicado emitido por la titular de SEFOTUR, Michelle Fridman, tiene un razonamiento y una lógica que el mismo Sócrates tomaría gustoso, no ya una copa, sino un galón entero de cicuta. Y es que las premisas utilizadas por la Fridman, para tratar de justificar el millonario dispendio de recursos públicos, son tan poco creíbles y sin sustento que, por ende, sus conclusiones son erradas.
¿Cuál es la finalidad del boletín de marras? ¿Transparentar los gastos? No lo logra. Por más que Mitch se esfuerce aun no nos queda claro a los yucatecos cuanto nos costó el “premio” para que Mérida sea la “Mejor Ciudad del Mundo”, tampoco aclara cuanto se ha gastado en SEFOTUR para que la Fridman sea portada y reportaje en páginas centrales de revistas especializadas.
Es más, la misma SEFOTUR haya tenido que emitir ese boletín para “explicarnos” que esos millonarios gastos son una inversión y no un despilfarro habla muy mal de Mitchelle, otra cosa hubiese sido que sean las mismas Cámaras y Asociaciones de hoteleros, restauranteros y turisteros la que, entrando al quite, argumenten que sí; esas cuantiosas erogaciones por parte de SEFOTUR han hecho crecer la industria del turismo en Yucatán. Pero, ninguno de los presidentes o representantes de esas cámaras y asociaciones ha salido a agradecer a la Fridman, o al menos reconocer, su buen trabajo. El silencio de turisteros habla por sí solo, en este caso. No podemos comprarle a Mitchelle la idea que “ella no malgasta los recursos públicos, los invierte” porque hasta ahora no se ve ganancia alguna en materia de turismo.
Tampoco es creíble la explicación que Fridman ofrece como argumento para sostener que todas esas compras, arrendamiento y gastos diversos se hicieron conforme a la Ley y los Reglamentos.
Si las cosas se hicieron tan bien ¿por qué cancelaron el contrato contraído con Magnos? Si el contrato se hizo conforme a derecho y todo es legal y honrado ¿por qué no se demostró eso en lugar de cancelar ese convenio de manera unilateral? No tiene sentido, por mucho que el argumento principal sea que Magnos está sujeta a investigación por presuntos delitos.
La Fridman tampoco aclara cuanto nos va a costar esa cancelación y bajo que acuerdos se llevará al cabo. Tampoco especifica cuanto nos costó la publicidad que ya se llevó al cabo para ese evento que se canceló.
El comunicado parece ser más una cortina de humo y, para quienes creen lo que Mitch expone en él, un salto de fe: algo que hay que creer sólo porque la secretaria de SEFOTUR lo dice. Para quienes tenemos más de dos dedos de frente es un claro insulto a nuestra inteligencia: ¿de verdad cree Mitch que nos vamos a tragar su narrativa de “inocente paloma”, ignorante que Magnos estaba sujeta a investigaciones judiciales? Le compremos o no ese argumento el resultado es el mismo: Mitchelle Fridman es incapaz para realizar la tarea que se le encomendó. Punto. Y eso en el mejor de los casos, porque muchos no nos tragamos esa enorme rueda de molino y hay razones de sobra para pensar que Fridman sí sabía lo que sucede con Magnos.
Otra mancha más para el gobierno de Vila, quién gracias a la ineficiencia y a la insensibilidad política y social de él mismo y de sus secretarios está convirtiendo a Yucatán en un pequeño polvorín.