Progreso
Mensaje de esperanza previo a la cuaresma
Progreso.- Reciban nuestros saludos y mejores deseos en estos tiempos que nos toca vivir tan difíciles para toda la comunidad.
Su Santidad el Papa Francisco envía un mensaje de esperanza, misericordia y solidaridad para la Cuaresma 2021, que iniciaremos el próximo 17 de febrero con el Miércoles de Ceniza, expresó el Pbro. Óscar Manuel Cetina Vega, párroco de la iglesia Purísima Concepción y San José.
Mensaje del cual presento algunos párrafos a modo de decálogo:
1.-Recorriendo el camino cuaresmal, que nos conducirá a las celebraciones pascuales, recordemos a aquel “que se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte y una muerte de cruz” (Flp, 2,8).
2.- En este tiempo de conversión, renovemos nuestra fe, saciemos nuestra sed con “el agua viva” de la esperanza y recibamos con el corazón abierto por el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas de Cristo.
3.- El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (Mt.6, 1-18) son las expresiones y la condición de nuestra conversión.
4.- La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo final con el Padre (la oración), nos permiten encarnar la fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante.
5.- En este tiempo de Cuaresma, acoger y vivir la verdad que se manifestó en Cristo, significa ante todo, dejarse alcanzar por la Palabra de Dios que la Iglesia nos transmite. Esta verdad es Cristo mismo, que asumiento plenamente nuestra humanidad, se hizo camino para todos, que lleva a la plenitud de vida.
6.- La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuesra vida y permitirle poner su morada entre nosotros. (Jn, 14.23).
7.- El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su creación. Es la esperanza en la reconciliación, a la que San Pedro nos exhorta con pasión: Os pedimos que os reconcilieis con Cristo” (2cor,5,20).