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La “reversa” hecha por “Venturita” y su cabildo este pasado sábado podría no tener valor legal
La necesidad urgente del alcalde por montar un show mediático para demostrarle al pueblo que sí está haciendo algo en contra del ilegal “reparto agrario” hecho por Freddy y sus exregidores, lo llevó a cometer un grave error en la fundamentación legal. Además, me queda muy claro que “Venturita” no quiere tocar a Freddy, ni con el pétalo de una rosa. Mejor nos hubiesen mostrado a un perro persiguiendo su cola, que al fin y al cabo es lo mismo, pero mucho más divertido.
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
En mi opinión pública, publicada el día de ayer por este medio informativo, expresé que lo hecho el mediodía de ayer sábado por Gaspar Ventura no era más que un show mediático para que todos los umanenses lo vieran hacer algo para, finalmente, no hacer nada. Tan burdo y absurdo fue el apresurado montaje que, es muy probable, esa sesión de cabildo no haya servido para nada.
Me explicaré. En mi nota de ayer dije que todo acto de autoridad debe estar motivado y fundamentado para tener valor legal. Eso no lo digo yo, lo dice nuestra Constitución en su artículo 16. En el vídeo anexo a este editorial escuchamos claramente Gaspar decir que se invalidan las donaciones aprobadas en las actas de las sesiones 64 y 65, admitidas por el anterior cabildo, toda vez que no cumplen con lo especificado por el artículo 155 de la Ley de Gobierno de los Municipios de Estado de Yucatán.
El gravísimo error consiste en que ese artículo no es el que faculta a los cabildos a donar bienes privados, como el caso de los terrenos propiedad del municipio, para este caso el que aplica es el artículo 156.
Si los regidores votaron por lo que “Venturita” les leyó es lo que debe estar asentado, escrito tal cual, en el acta que firmaron. De ser así, ese acto carece de valor legal puesto que el cabildo sustentó de manera errónea un acto de autoridad.
Pero lo más preocupante del show de ayer fue la demostración de ignorancia y negligencia por parte de los actuales regidores. ¡Nadie hizo su tarea y llegaron a la sesión sin saber que es lo que estaban haciendo! ¿Por qué nadie le advirtió al alcalde de su craso error? Eso parece demostrar que solo están ahí para aprobar todo lo que el alcalde les pida, sin importar que sea una burrada.
¡Bueno, hasta para levantar la mano a la hora de votar se vieron huevones y desganados!
Ahora al cabildo sólo le quedan dos sopas para tragar: que dejen las cosas cómo están, que al fin y al cabo los terrenos siguen siendo propiedad del ayuntamiento, o que sesionen de nuevo para corregir su falla. De optar por lo segundo sería bueno que lo hagan público, cómo lo hicieron ayer.
Pero otra situación que me lleva a pensar que el espectáculo montado por alcalde y corte sólo fue para darle circo al pueblo, se dio cuando la fracción morenista “exhortó”, con una timidez casi infantil, a Gaspar Ventura para que ordene una investigación y se sancionen esos presuntos hechos de corrupción, y este respondió con largo discurso en el que dijo mucho, pero no se comprometió a nada. “Venturita” habló de leyes, de justicia para el pueblo, exhortó a los regidores a meditar sobre su tarea… pero no dejó en claro si los responsables serán citados ante la justicia para ser investigados y, ser encontrados culpables de corrupción, recibir las sanciones correspondientes. Tan tímidas se vieron las morenistas que no le exigieron con firmeza al alcalde que responda con claridad y se tragaron el sapo que les dio Ventura. En fin, lo mostrado ayer durante esa sesión de cabildo es de vergüenza y pena ajena: un alcalde que a toda costa trata de proteger a Freddy Ruz y a todo el cabildo anterior y también a los funcionarios actuales que están involucrados en ese despojo de tierras. Todo queda entre cuates.
Por otro lado, una sesión cabildo que exhibió a unos regidores timoratos, que ignoran las leyes, que desconocen sus funciones y que no tienen la más mínima idea del para qué y del por qué están ahí. Mientras tanto, Freddy Ruz se pavonea en la CD. De México, recibiendo, a nombre de quien sabe quién, un reconocimiento que pertenece al ayuntamiento sabedor y seguro que “Venturita” le cobija bajo un manto de impunidad y que el largo brazo de la Ley nunca le alcanzará. En lugar de esa sesión de cabildo mejor nos hubiesen mostrado a un perro persiguiendo su cola, que al fin y al cabo es lo mismo, pero hubiese sido mucho más divertido.
Es cuánto.