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La foto y el cuento más corto
Alfonso Pliego Santos
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.” narra el considerado cuento más corto del mundo del extinto guatemalteco (aunque vivió exiliado mucho tiempo en México) Augusto Monterroso.
Y sí, al despertar después de un activismo febril –ayudando, a sabiendas o no, a una estructura paralela impulsada por Mario Delgado, “Que siga la democracia”— tras la jornada dominical de ayer, donde se intentó promover la participación ciudadana para apoderarse de la democracia participativa, los cientos, tal vez miles de morenistas tuvieron que “deglutir arena” al mirar una foto donde se ve a una bola de funcionarios y “representantes populares” estatales y federales que disfrutaban de una reunión para festejar que, mientras “su tropa” sacaba la consulta sobre revocación de mandato, ellos(as) se encontraban refrescantes y sonrientes seguramente por echar adelante sus planes. Planes que no tienen enfrente quien se los cuestione, limite o eche al traste: apoderarse de la estructura del partido Morena en Yucatán y de las candidaturas por venir, particularmente las del 2024.
Sonrientes y felices, no porque no sobren razones para atajar sus afanes de ambición política descarada, sino porque aparentemente no hay quien pueda detenerlos en sus nefandos intentos por hacerlo. Para decirlo claramente, en el horizonte morenista aunque hay muchos gritos, berrinches y pataleos, lo que no hay es organización, agenda y sobre todo estrategia política, ¡vaya!, no hay ni la más remota idea de cómo enfrentar ese abordaje impune de los sonrientes de la foto.
En Morena Yucatán, no sólo falta el talante y liderazgo de un CEE desdibujado y omiso, que tiene un presidente estatal que sirve –sólo cuando “lo invitan”— de escenografía; pero sobre todo falta también la unidad, la valentía y la determinación sincera en una militancia morenista que sigue abrazada al lamento, la mentada de madre o los epítetos estériles de “no a los chapulines”, pero que esas quejas tienen como máxima expresión el grito furibundo en redes sociales, en realidad el grueso de la militancia morenista no hace nada porque su limitada visión cortoplacista no los deja ver más allá de su pequeño coto de poder o de sus individuales ambiciones (¿o será que su respuesta desde el hígado obnubila su visión?), pero lamentablemente no hay una respuesta verdaderamente política, es decir, con sustento ideológico que permita la organización, el diseño de una estrategia, la articulación, pero fundamentalmente la vinculación, no sólo entre la militancia morenista, sino especialmente con el movimiento popular (que en Yucatán tiene una presencia y necesidades de gran calado).
Esa singular foto muestra en todo su esplendor cómo los intereses unen a los que tienen proyecto (proyecto totalmente cuestionable si se quiere desde una visión progresista, popular, de base, de clase, etc.), pero al fin proyecto: el de hacer el reparto de posiciones y candidaturas con miras al 2024. En donde ese librito de escasas 82 páginas llamado Documentos básicos es lo que menos importa.
Entre los que hoy amanecen indignados por esa nueva foto, que sin pudor exhibe la alianza entre la “nueva clase política morenista”, seguramente detonará comentarios, memes, injurias, indignación, etc. Los “más avezados” enarbolarán por enésima vez su indignada alharaca al citar el trillado Estatuto (particularmente su artículo 6° Bis), pero seguramente de nuevo se les olvidarán los otros dos documentos: Declaración de Principios y Programa, donde están unas de las mejores herramientas para contrarrestar a este equipo de sonrientes piratas que no sólo cuentan con poder, posiciones y dinero, sino con las bendiciones desde las alturas de la Ciudad de México. (¿Bendición que venga desde Palacio Nacional o del de Bucareli? No lo sé).
Lo que es un hecho para insistir es que la disgregación, la falta de voluntad para caminar hacia la unidad, el desdén al militante de base, las desconfianzas mutuas y las descalificaciones entre los angustiados espectadores de la foto seguirán hasta lo que su pecho les aguante. Pero también parece que a esa multitud de atribulados se les olvida el nombre y la esencia de su partido: Movimiento (es decir asumir, promover, acompañar, asesorar, empujar, impulsar… al movimiento popular). Y vaya que pretextos y luchas hay muchas, empezando por el engaño infame sobre el castigo a los asesinos de José Ravelo; pasando por las condiciones miserables de cientos de trabajadores de las maquilas; la contaminación y el despojo constante de las mega-granjas; el agotamiento de los acuíferos de Hunucmá por la cervecera; el cobro inconstitucional del DAP en los recibos de la luz (que alegre y afanoso se queda Renán y su Ayuntamiento con él).
Abundando con razones para promover ese Movimiento, también lo tenemos en el falaz sistema de seguridad de Saidén Ojeda que castiga y persigue el color de la piel y la forma humilde de vestir; así como el tráfico de tierras; o la compra de comisarios ejidales; el aumento en los impuestos estatales; y un largo etcétera de demandas populares que están ahí, pero que ni el Comité Ejecutivo Estatal de Morena como tampoco el grueso de su militancia le da la debida importancia (porque eso, por supuesto, “no los posiciona electoralmente”. Así de errado y miope el “análisis político”, pero así pagarán las consecuencias de su inconsecuencia).
También se les olvida la otra palabra Regeneración, del latín Regenetatio: “acción y efecto de producir de nuevo una cosa que se había destruido”. O sea, RE, prefijo que significa hacia atrás, de nuevo; y Generare, engendrar, producir; más el sufijo -ción (acción, efecto). En resumen, la acción de engendrar de nuevo aquello que está destruido.
Y es que cientos de morenistas no han entendido que lo que está destruido es el vínculo entre militantes; que lo que hay que engendrar de nuevo es algo llamado ética y mística partidista. No se ha comprendido que se debe producir de nuevo un recorrido municipio por municipio, comisarías y ejidos de los 106 municipios de Yucatán. Pero no, en esa defensa del coto de poder hay quien se niega a que alguien más vaya a “sus municipios”, con “mi gente”, pues no lo pueden aceptar porque “se los vayan a quitar”, “grillar”, convencer, poner en contra. Es ese equivocado sentido patrimonialista y miope de creer que la voluntad y las conciencias de las personas son propiedad de alguien.
Por otro lado, aquí quiero recordar 3 eventos análogos o similares de distintos momentos de la historia yucateca que pueden servir en este momento como ejemplos a seguir:
1) Impulsar Ligas de Resistencia (pero no, ¡Dios nos libre!, cómo hablar de cosas socialistas de un fusilado de hace 100 años). Aunque se olvida que hacer algo parecido a las Ligas de Resistencia tiene una similitud, analogía, semejanza a impulsar comités de Protagonistas del Cambio Verdadero (realmente un nombre muy rimbombante para quienes no quieren protagonizar cambios, menos con la gente de a pie).
2) Olvidan que el fundador y líder de ese Morena ha sido un hombre que no sólo recorrió el estado sino el país entero más de una vez y ayer la población le ratificó su confianza.
3) Especialmente ahora muchos se autodenominan amigos, aliados o seguidores de John Ackerman, impulsor de la Convención Nacional del pasado 5 de febrero, y varios declaran estar dando seguimiento a los acuerdos de dicho evento. Sin embargo, nuevamente, esa amnesia selectiva hace que no recuerden que entre los acuerdos de esa Convención está el acuerdo 7: “Iniciar un amplio proceso de consulta de las bases hacia la construcción participativa del Proyecto de Gobierno y de la Cuarta Transformación para el próximo sexenio, 2024-2030”.
De la misma manera está el acuerdo 12 “Se emite un exhorto al Instituto Nacional de Formación Política para que organice un curso intensivo al nivel nacional de inducción y conocimiento de los documentos básicos de Morena accesible a toda la militancia” ¿Hay que esperar que lo haga el INFP? ¿No se puede organizar, realizar e impulsar con compañeros conocedores de esos elementos que hay acá mismo en Yucatán?
Siguiendo con los acuerdos, que en particular el CEE dice hacer seguimiento, pero que sólo ellos saben cuándo y dónde los realizan, está el acuerdo 13: “Nos pronunciamos a favor de la creación inmediata de Comités Sectoriales para jóvenes, mujeres, campesinos, obreros, estudiantes, indígenas, profesionales, entre otros sectores, a lo largo y ancho de la Nación, de acuerdo con el artículo 14 del Estatuto”. ¿No significa en los hechos vincularse y vertebrar el movimiento popular actual?
No obstante, si quedara duda de lo anterior, el acuerdo número 15 enfatiza: “Hacemos un llamado a favor de la suscripción de acuerdos públicos de apoyo mutuo y rutas de acción común entre Morena y las organizaciones y movimientos sociales de izquierda más relevantes del país”.
Recapitulando, hoy hay una convocatoria amplia, plural, incluyente y abierta para realizar y participar en una Convención Estatal Morenista de Yucatán, que habrá de efectuarse el próximo domingo 1 de mayo (Día Internacional de los Trabajadores) en el parque de la Mejorada a partir de las 9 de la mañana.
Esa convocatoria, esta humilde invitación, no se trata del argumento pueril de “que te sumes a nuestra convención”, tampoco se trata de que “se rindan, claudiquen o se unan a otro grupo”, se trata de buscar articular un frente amplio de militantes, simpatizantes y ciudadanos que se unan para discutir precisamente sobre esa necesidad de construir una agenda política sustentada en vertebrar un plan de movilización de las demandas más sensibles de la población y de los morenistas de base. Se trata de generar un espacio de debate constructivo donde sea la claridad ideológica y las demandas concretas las que den orientación y luz de cómo reorientar a un partido movimiento desde abajo y a la izquierda.
Se trata también de que si ves la foto de marras no te angustie, indigne o enoje la aparente alegría de los rostros de los ahí presentes, pues si bien es la mueca alegre de sentirse en la ola del poder, es sobre todo la risa burlona de saber que no hay una respuesta colectiva y organizada que les dispute su arbitrario proceder.
Es recordarles a todos los morenistas y ciudadanos que a lo que más miedo le tienen esos fotografiados representantes de la oligarquía, hoy uniformados convenencieramente con los colores de Morena, es a un pueblo pensante, organizado, unido, movilizado y con propuesta ideológica. Se trata de hacer realidad lo que dijo ayer el presidente luego de salir de emitir su voto: “La democracia es forma de vida, tiene que haber democracia en la familia, en la escuela, en el trabajo, en los sindicatos y desde luego en la vida pública… la democracia tiene que convertirse en México en un hábito, porque eso nos va a ayudar a que nadie en ningún nivel en la escala se sienta absoluto. Que nadie olvide que el pueblo es el que manda”.
La invitación a final de cuentas camarada, es a que dejes el activismo de Whatsapp, los memes ardidos de feisbuc, la comodidad de tu pequeño coto de poder y salgas a recuperar tu partido y a construir democracia, pues esa no se terminó ni inició con la jornada del pasado domingo 10.
Fraternalmente