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Kenia Walldina: realiza campaña política sin preocuparse por el Covid
Hace exactamente lo mismo que tanto se le ha criticado al mismo Freddy Ruz Guzmán: utilizar a niños y ancianos como carne de cañón para posicionar su imagen política.
Por Consejo Editorial
Tal parece que a Kenia Walldina Sauri Maradiaga, aspirante morenista a la alcaldía umanense, no parece importarle el nada honroso tercer puesto que ocupa el municipio de Umán a nivel estatal por muertes causadas debido al Covid pues tiene reuniones y festejos grupales, en los que no se guarda la sana distancia, un día sí y al otro también.
Walldina sabe muy bien que Umán, gracias a las malas administraciones de Freddy Ruz Guzmán, es un municipio con muchas carencias y no ha dudado ni un poco en utilizar la misma estrategia populista y demagoga que Ruz Guzmán ha utilizado: hacer cómo que hago algo bueno por la gente para manipular sus sentimientos a través de imágenes en las redes sociales.
Kenia, al parecer, no ha tenido empacho en tener contacto cercano grupal con menores de edad, jóvenes y adultos mayores con tal de lograr la foto que muestre que tan “preocupada” está ella por los habitantes de ese municipio sin preocuparle en lo más mínimo la sana distancia indicada por las autoridades sanitarias.
Con toda seguridad sus “boots” y “seguidores” argumentarán en un intento de defensa que “con nada estamos contentos, pues, al menos, ella hace algo por la gente”. No se confundan, lo criticable no es servir a la sociedad, lo censurable es que Walldina haga exactamente lo mismo que tanto se le ha criticado al mismo Freddy Ruz Guzmán: utilizar a niños y ancianos para posicionar su imagen. Walldina Sauri lo mismo se fotografía abrazando y comiendo rosca con un grupo de niños, los cuales ni siquiera usan cubrebocas al estar en contacto con ella, que apapachando a ancianos en sillas de ruedas, todo en un mismo evento. ¿Hubo para roscas, pero no para cubrebocas Walldina? Cambien la imagen de Walldina por la Freddy Ruz en las fotos ¿qué dirían los morenistas de Umán? Eso es lo malo del populismo y la demagogia: la doble moral para juzgar; si Ruz Guzmán lo hace está mal, ¡ah! pero si lo hace Walldina está muy bien.
Sauri Maradiaga no comete pecado cuando escucha las necesidades de los jóvenes y habitantes de Umán: lo reprochable es que haga reuniones políticas presenciales ahora que los contagios y muertes por Covid están al alza. Walldina es muy hábil para utilizar las redes sociales para promocionar su imagen, pero se muestra incapaz para hacer una reunión virtual por medio del Zoom. Al final de cuentas el fin es la presidencia municipal y la gente es sólo el medio para obtenerla, además de ser desechable, ¿no es así Walldina? Es cuánto.