Gonzalo Canché, regidor morenista de Umán: la farsa y los farsantes de la 4T

Mario Mex ¿ya ves por qué MORENA no ganó en Coahuila e Hidalgo?

Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra

El día de antier, el dirigente estatal de MORENA en Yucatán, Mario Mex Albornoz, publicó en sus redes sociales que acompañó y apoyó al regidor morenista de Umán, Gonzalo Canché, en las oficinas del partido, en donde emitió un mensaje para desmentir desinformación y guerra sucia que circula contra nuestro movimiento y sus integrantes.
Lo interesante del asunto es que a Mario afirma acompañar y apoyar a Canché Cetz, un personaje arribista originario del PT que, tal parece, encontró en la política una manera de beneficiarse a sí mismo y no para servir a la ciudadanía. Malo es que Mex Albornoz se preste, con o sin conocimiento de causa, a las chicanerías de Gonzalo Canché. ¿Nos está ofreciendo el dirigente estatal morenista una probadita del tipo de candidatos que nos va a ofrecer MORENA Yucatán en la próxima contienda electoral? ¡Vaya! ¡Con razón ganó el PRI en Coahuila e Hidalgo!

El apoyo que Mario le otorga de manera pública a Canche, demuestra que la 4T no es más que un discurso, una retórica vacía y sin sustento. ¿Por qué no en lugar de apoyar al regidor umanense de delicada y sensible piel a la que cualquier crítica le causa escozor no le pide una rendición de cuentas?
Que Mario nos explique públicamente, ya que fue él mismo quien puso los reflectores sobre Canché Cetz ¿qué ha hecho Gonzalo por Umán?
La comisión de Gonzalo es la seguridad pública ¿ha bajado el índice de violaciones a los derechos humanos cometidos por la policía municipal umanense? ¿La seguridad pública en Umán es mejor que hace tres años? ¿Por qué Umán perdió los recursos de FORTASEG, antes SUBSEMUN?

El mismo Gonzalo interpuso, hace tres años, una denuncia penal, por enriquecimiento ilícito, en contra del actual alcalde de Umán, Freddy Ruz Guzmán, y su familia. ¿Qué sucedió con esa denuncia? ¿Dónde está el combate a la corrupción que tanto cacarean los morenistas? Al parecer Gonzalo ya forma parte de esa corrupción al permitirla ¿no es así Mario? Gonzalo hizo publica esa denuncia, pero nunca explicó públicamente por qué, misteriosamente, ya no la continuó promoviendo. En su mensaje, Gonzalo se lava las manos y les tira la papa caliente a los procuradores de justicia y los responsabiliza del nulo avance de la denuncia. Atole con el dedo, pues. Pero, además, el mismo Gonzalo, cómo regidor, ha avalado, de manera activa o tácita, presuntas violaciones a la Ley cometidas por su alcalde. Tal es el caso de la presunta falsificación de firmas en un documento oficial, llevada al cabo por el alcalde y el secretario municipal, para que el ayuntamiento de Umán se apoderara de un terreno. El mismo Gonzalo hizo pública y presumió esa supuesta donación en sus redes sociales. El caso ya se ventila en los tribunales federales y la resolución judicial no pinta nada bien para el H. Ayuntamiento de Umán.
En su mensaje, Gonzalo afirma que él fue el único en oponerse al préstamo de $10 millones que solicitó el alcalde, pero ¿interpuso algún recurso legal para evitar que el cabildo endeudara al municipio con $10 millones? ¿Que ha hecho Gonzalo, como regidor y como supuesto morenista, para evitar que su alcalde continué dilapidando el erario para auto promocionarse? ¿Ha interpuesto algún recurso legal para que Freddy Ruz no siga violentando la dignidad y los derechos humanos de las personas discapacitadas y con enfermedades a la que, un día sí y otro también, el alcalde umanense exhibe en las redes sociales?

Desde mi perspectiva, Mario Mex es una persona honesta y bienintencionada, eso no lo dudo, pero lo que le sobra en honestidad le falta en decisión para llamar a rendición de cuentas a sus regidores quienes, tal parece, hacen lo que les viene en gana para llevar agua a su molino poniendo en ridículo la máxima bandera morenista: la 4T.
Por el otro lado, Gonzalo Canché Cetz es el vivo ejemplo del elefante reumático que impide que la 4T avance. Gonzalo representa la farsa del cambio sin cambio y es la imagen del que hace política no para servir, sino para servirse.
Es cuánto.