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El nuevo mercado de Umán; entre el repudio popular y la ilegalidad
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
Tanto Gaspar Ventura como Mardoqueo Uicab, ambos precandidatos, están obligados a actuar a favor de la legalidad y la ciudadanía, no porque yo lo pida, sino porque las mismas circunstancias oscuras que Freddy y su cabildo han creado en torno al nuevo mercado les obligan. De no hacerlo ya, sólo estarán demostrando que son cómplices de Freddy Ruz y, en tanto no lo hagan, seguirán embarrados con la misma apestosa mierda que su alcalde arrojó al ventilador.
“Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”, cita el viejo refrán. Esta referencia popular le queda justo al nuevo mercado que Freddy Ruz Guzmán ha mandado construir por capricho, por negocio o por las dos cosas juntas.
Lo cierto es que Freddy nunca ha hecho público la procedencia de los recursos de la repudiada obra; primera ilegalidad. Los umanenses no solo tienen derecho a saber de dónde proviene el dinero que se destinó para la construcción de ese mercado, sino que Fredy también tiene la obligación, sí o-b-l-i-g-a-c-i-ó-n, de informarlo, pues se trata de una obra pública. No importa si el dinero que se usó es público o privado, Freddy está obligado, por la Ley a detallar el origen de esos recursos y, hasta ahora, no lo ha hecho.
Pero Ruz Guzmán, lejos de clarificar las cosas, tiende aun más oscuridad sobre el manejo del asunto al no querer hacer público el mecanismo para la adjudicación de los puestos en ese mercado. El artículo 95 de la Ley de Gobierno de los municipios del Estado de Yucatán cita: “El otorgamiento de las concesiones, se sujetará a las bases siguientes: I.- Acuerdo del Ayuntamiento sobre la imposibilidad de prestar por sí mismo el servicio público o la conveniencia de que lo preste un tercero; II.- Publicar la convocatoria en la Gaceta Municipal, misma que deberá contener: a) El objeto y duración de la concesión; b) El núcleo de población donde se prestará el servicio público; c) La autoridad municipal ante quien se deba presentar la solicitud y el domicilio de la misma; d) La fecha límite para la presentación de la solicitud; e) Los requisitos que deberán cumplir los interesados; y f) Los demás que considere el Ayuntamiento.” ¿Cuándo se publicó en la Gaceta Municipal del H. Ayuntamiento de Umán tal convocatoria? ¿Por qué no se ha hecho?
Toda esa oscuridad con la que Freddy ha manejado este, y casi todos los recursos públicos de Umán, ha hecho que surjan múltiples inconformidades en la sociedad umanense y hasta acusaciones que afirman que Freddy Ruz, mediante Baltazar Ayala, está lucrando de manera personal con la venta de los puestos en ese mercado y que, incluso, el alcalde se ha coludido con los regidores para crear un nuevo “reglamento” para “justificar” el cobro de las “adjudicaciones” en montos que van desde los $5 mil hasta los $50 mil. Toda esta neblina que Ruz Guzmán ha tendido sobre este asunto ha causado el mismo efecto que arrojar mierda sobre un ventilador en marcha y ha salpicado a todo el cabildo, pero quienes han resultado más embarrados de excremento han sido el regidor Mardoqueo Uicab y el candidato de Freddy a la alcaldía: “Venturita”.
En las redes sociales se afirma que todo el dinero, o gran parte de él, producto de la venta de los puestos servirá para financiar la campaña de Gaspar Ventura Cisneros, “Venturita”. Los boots pagados por “Venturita” seguramente me replicarán que soy poco profesional porque no presento pruebas y que todos son chismes. Y se equivocan rotundamente si quieren limpiar la mierda que ha salpicado a “su” candidato, porque el que tiene que exigirle a Freddy que aclare las cosas ante una acusación popular es el mismo Ventura Cisneros. El hecho que “Venturita” no le exija a Freddy transparencia en el manejo de esos recursos sólo tiene tres lecturas: que Gaspar Ventura miente cuando dice que quiere cambiar el destino de Umán y que no le interesa cambiar el estado de cosas; que miente cuando dice que escucha a los umanenses; que es cómplice con Ruz Guzmán de esta ilegalidad y que, efectivamente, ese dinero va a servir para pagar parte de los gastos de su campaña. Todos los discursos que “Venturita” proclame, y que sus “boots” aclamen, no tienen sentido y sonarán a mentiras si los hechos a favor del pueblo de Umán no le acompañan, pues todo parece indicar, hasta que Gaspar demuestre lo contrario, que, de ganar la alcaldía, tendremos en Umán tres años más de abandono porque “Venturita” bien podría destinar los recursos públicos para devolverle a Freddy el capital invertido. Eso sin contar que Ruz Guzmán saldría impune y millonario.
Por su parte, Mardoqueo Uicab, el precandidato naranja a la alcaldía, ya ha demostrado en múltiples ocasiones que más pronto cae un hablador que un cojo. Cómo regidor no ha hecho nada más que aprobar todos los desatinos y cuentas públicas de su alcalde, además de eso ¿me podría decir alguien qué de bueno hizo? Como regidor, debe de saber, y si no lo sabe entonces Uicab está muy mal, que la construcción de ese mercado es ilegal. Mardoqueo debe hacer públicas las actas de sesión en donde el cabildo aprueba, primero, la realización de un estudio de impacto urbano, social y ambiental para la construcción de ese mercado y, segundo, el acta en la que dicho estudio es aprobado.
Pero, además, Mardoqueo también debe explicar públicamente, en que sesión se aprobó la licitación de la obra y de donde provienen los recursos. Y no, no basta con que Uicab salga ahora a decir que él nunca aprobó la construcción de ese mercado, debe probarlo con las copias originales de las actas de cabildo que, por Ley, deben de estar en su poder. Mardoqueo debe de saber que cómo regidor forma parte de un cuerpo colegiado y que, por lo tanto, es un sujeto obligado, o-b-l-i-g-a-d-o, por la Ley a interponer un recurso legal antes las instancias correspondientes ante un presunto hecho ilícito por parte del alcalde o del cabildo. ¿Ya lo hizo? ¿O cómo “Venturita”; dice que escucha las necesidades del pueblo, pero no actúa, como regidor, en consecuencia?
Tanto Gaspar Ventura como Mardoqueo Uicab, ambos precandidatos, están obligados a actuar a favor de la legalidad y la ciudadanía, no porque yo lo pida, sino porque las mismas circunstancias oscuras que Freddy y su cabildo han creado en torno al nuevo mercado les obligan. De no hacerlo ya, sólo estarán demostrando que son cómplices de Freddy Ruz y, en tanto no lo hagan, seguirán embarrados con la misma apestosa mierda que su alcalde arrojó al ventilador. Es cuánto