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Egipcios se vuelven sensación en el malecón de progreso
Progreso, Yucatán.- Comerciantes egipcios se han vuelto sensación entre los progreseños y turistas que no les quitan la mirada al verlos con su vestimenta de su cultura.
Aladdín y Amir Tawfik, padre e hijo, llegaron desde Egipto para establecerse y recorrer las calles de municipios de Yucatán ofreciendo ropa típica de su país. “Yo tengo 13 años en México, ocho de ellos aquí en Yucatán, pero mi hijo apenas tiene un par de meses de haber llegado desde Egipto. No conoce el idioma, pero poco a poco se ha ido acoplando a este país que me ha dado demasiado”, explica Aladdin Tawfik, de 57 años de edad.
La primera vez que salió a la luz pública dentro del puerto, un reportaje sobre este extranjero fue en el 2016, cuando fue captado vestido con su túnica mientras vendía la ropa de su nación por el malecón tradicional, aquello ocurrió en medio de la llegada del crucero “Liberty”.
A pesar de que el idioma castellano aún no lo maneja a la perfección, el hombre egipcio dice estar orgulloso de la manera en que lo ha tratado México, pues incluso uno de sus cuatro hijos nació en suelo azteca y lleva el nombre de Sofía, el cual es de origen latino.
“Por supuesto que me gusta este país, y más Yucatán, me encanta la manera en que desayunan aquí, muy diferente a Egipto, me gustan los “chilaquilis” y los mariscos, aunque claro que no me olvido de la tierra donde nací. Siempre me enseñaron que quien no tiene raíz no tiene futuro” agregó. Antes de continuar la entrevista, Alddin pide a su hijo de 21 años de edad declarar que es lo que le ha gustado de este país, siendo su respuesta en idioma egipcio, para informar que le gusta el futbol local por medio de figuras como el arquero Guillermo Ochoa, Javier Hernández “Chicharito” y el ex americanista Raúl Giménez.
Parte de su éxito ha sido el trato con quienes preguntan por la ropa egipcia y también hindú, por lo que junto con la explicación amplia de las prendas también se procede a colocarles en la cabeza el turbante de su elección y tomarse la foto sin compromiso.