Nacional
Arvide, ¿tumba de un candidato?
En primera fila
Lic. Luis A. CABAÑAS BASULTO*
Considerado uno de los principales colaboradores de Andrés López Obrador y, de manera paralela, probable aspirante a sucederle en la Presidencia de la República, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se habría convertido de la noche a la mañana en uno de los primeros “damnificados” del caso de la periodista-funcionaria Isabel Arvide Limón.
Recién confirmada por el propio Jefe del Ejecutivo, quien aseguró que él mismo la propuso para el consulado de México en Estambul, Turquía, la funcionaria, quien devengará un sueldo de caso 170 mil pesos mensuales en su nivel de Ministra, se encargó de cavar la tumba política de Ebrard en uno de sus libros.
En efecto, según trascendió este viernes por las redes sociales, la controvertida Arvide narró en su libro “Mis presidentes. De Echeverría a Peña Nieto: Intimidades sobre el poder presidencial en México” un romance con Ebrard que, al menos hasta antes de publicarse esta columna, nadie se había ocupado de desmentir.
La presunta relación Arvide-Ebrard habría puesto fin a la ola de especulaciones en torno a las circunstancias en que se dio el “destape” de la nueva embajadora, ya que lo mismo se atribuyó al poder de la información que poseía, que a una recomendación militar, cuando que, ahora vemos, la “recomendación” al presidente vino de uno de sus principales colaboradores.
¿Por qué de los principales? Sencillo: El factor Ebrard fue factor determinante de la firma del Tratado de México con Canadá y Estados Unidos, precisamente cuando las relaciones de nuestro país no atravesaban precisamente por uno de sus mejores momentos con el gobierno del odioso Donald Trump.
Por si fuera poco, el funcionario también influyó de sobremanera en las actuales relaciones entre López Obrador y el mandatario estadounidense, quien, con miras a buscar la reelección presidencial, trató a cuerpo de rey al presidente de México en la reciente visita de éste al vecino país, aunque, lógico, “enamora” un voto latino que sabe perdido.
Por todo ello, amén de la asesoría política del funcionario, sobre lo que no puede presumir precisamente López Obrador, para nadie es un secreto que se consideraba a Ebrard entre las preferencias del mandatario para hacerlo candidato de Morena a la presidencia de México, sobre correligionarios de la talla de Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.
Lo cierto es que el huracán de miles de usuarios que lamentaron que una persona sin experiencia diplomática representara a México en el extranjero habría cobrado su primera víctima, pese a que, tratando de guardar las “formas” el mandatario se dijo extrañado en la “Mañanera” de las críticas contra el nombramiento de Arvide y hasta dijo que pensaba que iba a gustar.
-Yo no establezco relaciones de complicidad con nadie, me llama mucho la atención que ahora están muy sensibles, muy exquisitos de todo, se padece de amnesia, ya borraron todo, no recuerdan cómo era, dijo, para después reprochar que en los últimos días supuestamente la gran nota fue acerca de la periodista-funcionaria…, “pero casi nada de Emilio Lozoya”.
Para López Obrador -al parecer sólo para él- se trata de una muy buena periodista y una persona preparada que “ha escrito muchos libros”. Por fortuna -aunque no para ella- Internet hizo su trabajo a la velocidad de la luz, aunque bastaron unas horas para salir de las dudas, cuando a algún asiduo lector se le prendió la “lamparita” y recordó el libro de marras.
Y decimos “recordó” porque la obra no es de hoy o ayer, sino que se publicó en 2013, aunque recién tomo vuelo por las revelaciones de aparentes amoríos y romances de la periodista con algunos ex presidentes… y ahora incluyó al canciller Marcelo Ebrard.
En efecto, en la página 149 del libro, que se compartió en redes sociales, con el subtítulo “Plantón al presidente”, Arvide bosqueja un amorío con Ebrard a fines de mayo de 1994, cuando, asegura “…Marcelo entraba y salía de mi oficina de Summa para escribir las editoriales que yo firmaba”.
“Nos veíamos pocas veces por mi horario extremadamente demandante. Ebrard estaba en proceso de divorcio de su primera esposa, todo se juntó. El caso es que me pidió que me quedara con él, abrazada a él en lugar de ir a Los Pinos”, se lee.
Aparentemente publicado por Luces del Siglo, según el portal Sopitas, la periodista narra encuentros íntimos con ex presidentes, entre ellos José López Portillo, quien luego la negó y demandó penalmente, aunque habría despreciado a Carlos Salinas sólo “para complacer” a Ebrard, en tanto calificaría a Zedillo de “mil veces traidor”.
Incluso habría referido que Enrique Peña Nieto salió “más cabrón que bonito”, aunque una vez el ex presidente le habría mostrado su despacho: “Me despide de beso. No usa loción. Huele bien, como a chavito recién bañado. Me dan ganas de abrazarlo, de arroparlo, de desearle que sea, que siga siendo, que pueda ser, que nos impacte en estos años con una fuerza, con una diferencia, con esa sonrisa y esa sencillez”.
Arvide acudió a principios de año a la conferencia mañanera de López Obrador para “sugerirle” que le diera dinero de publicidad oficial a los medios digitales en lugar de a hacerlo con “medios golpistas como Proceso”.
Precisamente este portal refiere hoy: En amplia apología de la flamante diplomática, López Obrador encomió su trayectoria de 40 años y ser la primera mujer que tuvo el Premio Nacional de Periodismo; además, consideró que “no tiene malos antecedentes”, que no estaba en la lista de los que recibían dinero el sexenio pasado y destacó sus libros, mencionado que quizás haya diplomáticos de carrera que no han publicado.
Tras señalar que, supuestamente “no hay amiguismo ni influyentismo”, dijo ignorar “por qué ahora se ponen tan estrictos cuando se trata de una propuesta para una cónsul, una mujer periodista”, y ejemplificó el desempeño del tristemente célebre ex procurador y ex ministro de la SCJN, Eduardo Medina Mora, como embajador en Estados Unidos.
Las polémicas de Arvide, recuerda el portal, han sido ampliamente difundidas, entre otras, su desempeño como vocera del general Absalón Castellanos cuando éste fue gobernador de Chiapas, así como la demanda que perdió frente a Sasha Montenegro y, señaladamente, su relación con el general Guillermo Galván y el ex presidente del PAN, Felipe Calderón, a quien dedicó uno de sus libros, “Mis generales”.
Asimismo, a Francisco Labastida le dedicó el libro “Mis presidentes”, donde afirma que con los presidentes de México compartió “mesa, confidencia y cama”. Es el mismo libro donde cuenta su relación con Ebrard, donde también recuerda: “Yo era una señora de las cuatro décadas, él era más joven”, recordando ahí que el hoy canciller se estaba divorciando y “una cosa llevó a la otra”.
Lo cierto es que, tras confirmar que el nombramiento de Arvide lo hizo el canciller Marcelo Ebrard, pero por decisión suya, López Obrador expuso que nunca escribió a favor de su proyecto de gobierno.
Ahora bien, la pregunta obligada es si, con todo y su supuesto envidiable aparato de inteligencia, el mandatario carecería de suficiente información sobre la “trayectoria” de Arvide y de sus aparentes amoríos con su colaborador o, en el último de los casos, de suyo importante, si en uno u otro caso le hicieron lo mismo que el viento a Juárez.
Cabe recordar que otro escándalo de igual magnitud con Ebrard fue el que estalló hace unos años con las revelaciones en el sentido de que habría vigilado a Peña Nieto en el sexenio anterior, y filtrado la información en torno al tema de la Casa Blanca.
Otro sonado escándalo de quien fuera Jefe de gobierno de la Ciudad de México, es haber heredado a los capitalinos la Línea 12 del Metro, la más costosa en la historia del sistema, la más cara del mundo en construcción y mantenimiento y la que menos gente transporta: Unas 400 mil personas diarias.
Tan sólo su reparación costó más de mil 200 millones de pesos, en el tramo elevado, mientras que para la zona subterránea se gastarían más de 800 millones de pesos.
Así las cosas, el larguirucho titular de Relaciones Exteriores tendría que estarse despidiendo de sus aspiraciones presidenciales, a menos que a López Obrador le importe poco o nada, tal y como ocurrió con las críticas contra Isabel Arvide.
¿Usted qué cree?
PD: Con profundo dolor, pero con aceptación y respeto a la voluntad del Creador, participo el sensible fallecimiento de mi hermana Manuela, víctima de prolongada enfermedad y a la edad de 84 años. Dios la tenga en su Santa Gloria, donde ahora acompaña a su esposo Alfonso y a nuestros queridos padres.
(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con crédito para el autor)
*Luis Ángel Cabañas Basulto es un periodista con más de 43 años de experiencia como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de varios medios de comunicación, además de haber fungido como jefe de información de dos ex gobernadores y tres ex presidentes municipales, y escribir cinco libros, uno de ellos pendiente de publicar.
Titulado como Licenciado en Derecho en la Universidad Autónoma de Yucatán, cuenta con cinco Diplomados, dos de ellos en materia de Juicio de Amparo, Derechos Humanos y Sistema Acusatorio; La Familia y los Derechos Humanos; y Acceso a la Justicia en Materia de Derechos Humanos, así como con más de 20 Seminarios, Talleres y Cursos diversos.
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