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La importancia de las impugnaciones en contra de las candidaturas de Mardoqueo Uicab, Kenia Walldina, Julián Pech y Gaspar Ventura
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
A raíz del pasado programa de “El De(l)Debate Umán”, a propósito de las impugnaciones interpuestas por el PVEM de Umán en contra de los candidatos de Movimiento Naranja, PAN, PRI y Morena, no faltó quien argumente que la intención del Partido Verde de Umán es aniquilar la democracia. Ese argumento falaz se desbarata por sí solo desde que a los mencionados candidatos se les acusa precisamente por violentar, presuntamente, una Ley que les obliga a rendir cuentas de sus gastos de precampaña de manera pública. ¿De que clase de democracia estaríamos hablando entonces sí Mardoqueo Uicab, Kenia Walldina, Julián Pech y Gaspar Ventura, a la primera oportunidad que se les presenta, evaden su responsabilidad a ser auditados?
Más allá de la decisión que tome el Tribunal Electoral del Estado para inhabilitarlos como candidatos o sólo imponer una sanción monetaria, el fondo del asunto es que ¿realmente son estos candidatos personas confiables? Es un acto de cinismo por parte de estos candidatos hablar de honestidad cuando no se pone el ejemplo. Y afirmo que es una muestra de cinismo porque si ahora que están en campaña le dan la vuelta a la Ley para evitar ser auditados y mantener en lo oscuro la procedencia de los recursos manejados durante sus precampañas ¿qué se puede esperar entonces cuando ya estén en palacio municipal? ¿De la misma manera van a evitar la rendición de cuentas?
Durante seis años Umán ha padecido una administración municipal oscura, que no rinde cuentas de cómo se manejan los recursos públicos, de enriquecimiento inexplicable por parte del presidente municipal y de sus allegados ¿en serio se quiere más de lo mismo?
La magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación Janine Otálora expresó “En caso de no existir ingresos y erogaciones, el informe de gastos se debe presentar en ceros y, en caso de presentar el informe de manera extemporánea, existe un catálogo de sanciones por aplicar, pero la omisión de presentar informe es una violación grave” y todos los magistrados coincidieron en defender que la ley contempla la fiscalización de gastos, ello como parte de la transparencia democrática.
Dentro de esta lógica, lo que las impugnaciones interpuestas por PVEM de Umán pretenden no es acabar con la democracia sino terminar con esa cultura mal habida del oscurantismo y la falta de rendición de cuentas del manejo del erario por parte de las autoridades. Los ahora candidatos hicieron precampaña con dinero público proveniente de los miles de millones de pesos que los mexicanos les damos a los partidos políticos y, por tanto, son sujetos obligados por la Ley a rendir cuentas. No si quieren, es que deben hacerlo. Punto.
Si Mardoqueo Uicab, Kenia Walldina, Julián Pech y Gaspar Ventura quieren hablar de honestidad y rectitud primero deben empezar por aclarar por qué evadieron la responsabilidad de ser auditados para que se conozca públicamente la procedencia y el monto de sus gastos de precampaña. Pero al final la gente igual puede votar por ellos si así lo quiere, recordemos que el pueblo fue quien votó por liberar a Barrabás. Es cuán