Mérida
Tu Espacio: el difícil camino del Periodismo…

LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
Ser periodista es algo muy difícil y se necesita carácter; no cualquier es periodista, no basta con subir material a redes, o publicar por publicar. Ejercer el periodismo es algo serio, no es tener una licencia para tasar los artículos o pretender que con ello se tiene impunidad y se está por encima de las leyes.
En México, no hay un organismo que “emita licencias” para ser periodistas. Muchos confunden las Cédulas Profesionales o las acreditaciones que te da un Medio de Comunicación. Eso es un error. La Cédula Profesional certifica que se cursaron estudios y se obtuvo un grado académico, pero eso no te hace periodista.
La acreditación de un Medio certifica que trabajas en ese sitio, pero eso tampoco es una Licencia de Periodista. El periodista se rige por su conciencia, por su lealtad, puede ser cínico, sarcástico, escéptico, critico, pero jamás insensible, ni mercenario.
Eso es difícil de entender para quienes ejercen el poder. No soportan la crítica y siempre encontrarán plumas o voces a la orden, quienes invocan un “Cuarto Poder”, cuando en realidad lo que deben valorar es al periodismo como un “contrapoder”, que busca el equilibrio social y mejorar las cosas.
Cuando se reacciona mal a la crítica, entonces se orquestan ataques, bloqueos y denuestos. Ahora le tocó a Tu Espacio del Sureste, sitio con un estilo propio, incómodo para muchos y molesto para otros más, pero que avanza con temas que otros no abordan, pero necesarios de contar.
Se trata de un periodismo realizado desde la trinchera, dando a conocer los hechos, de una manera responsable, labrando día a día un camino que poco a poco avanza hasta conducir a un destino grandioso: el ser testigo de la historia.
Y es que un periodista es en realidad un historiador contemporáneo. Lo que escribe hoy, al cabo del tiempo es un reflejo de la sociedad que le tocó vivir y para la historiografía, forman una valiosa fuente de información para describir el momento, los antecedentes y la realidad de un momento determinado en la historia. Ningún gran acontecimiento es aislado y por ello se van sumando todos los elementos, siendo una valiosa columna la nota periodística.
Muchos se preguntarán ¿de qué sirve una nota periodística? Es sencilla la respuesta. Al exhibir la pobreza de espíritu de quienes se escudan en las sombras, se van levantando muros para evitar que el torrente de la intolerancia y la violencia sin razón se desborde.
No hay peor infamia que aquella que nunca es sabida, pues así la víctima queda desamparada, olvidada de todos y sin defensa alguna, condenada al olvido, en un sacrificio estéril.
Levantar la voz, es darle vida a quienes han perdido la esperanza.
Y en este sentido citaré al escritor francés François René de Châteaubriand (1768-1848), quien sintetizó la importancia del historiador cotidiano (en cuyo papel encaja el periodista):
“Cuando en el silencio solamente se escucha el roce de las cadenas del esclavo y las órdenes del tirano, cuando es tan peligroso escucharle que ignorarlo, es entonces cuando surge el historiador como vengador del pueblo”.
El registrar la historia de la comunidad, es evitar que se caiga en el olvido. Los sitios críticos, resaltan entre el universo de apologistas de cada periodo,
Hasta la próxima…
