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¿Saben los umanenses por qué sus fraccionamientos están en el abandono?
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
Administraciones municipales van y administraciones municipales vienen y ninguno de los presidentes municipales ha tenido los tamaños para explicarles a los habitantes de los fraccionamientos de Umán cuál es su realidad y, mucho menos, han querido solucionar el problema.
Gaspar Ventura Polanco no es la excepción. “Venturita” ha prometido que creará un programa de bacheo, repavimentación y construcción de calles, lo que no ha explicado es cómo lo va a hacer en los fraccionamientos que no están municipalizados.
Y el problema no es político, porque aun pensando que Gaspar realmente quiere tapar baches y arreglar calles no le va a alcanzar el presupuesto.
Veamos que tan feo está el tucho: el presupuesto anual municipal, el que se genera con captaciones fiscales propias, ronda los $180 millones. De acuerdo a los informes de tres administraciones municipales de Freddy, la última de su primer periodo y las dos primeras del segundo, el gasto corriente (nomina, mantenimiento de inmuebles y vehículos, gasolina, pagos a la CFE, etc.) representa una erogación del 75% de esos $180 millones. Eso significa que quedan $36 millones al año para ejercer en obras y programas sociales. O sea, que, de acuerdo a esas cifras, Gaspar sólo dispondría de $3 millones mensuales para dividir entre las 17 comisarías y la cabecera municipal. $166 mil por piocha.
¿Recuerdan aquella vez que Freddy, hasta con lagrimas en los ojos, gimoteaba en Facebook y amenazaba a AMLO con ponerse en huelga de hambre si no le daba recursos para bachear calles? La razón es por lo que ya expliqué: los alcaldes han sido incapaces de generar una adecuada recaudación fiscal para hacer obra pública.
“Venturita” solamente puede hacerse de recursos acorde a lo permitido en las leyes y reglamentos. Las captaciones de dinero más importantes para el municipio son: multas, concesiones, anuencias, permisos, trámites catastrales e impuestos prediales.
En Umán, la mayoría de los comprobantes de los pagos por los conceptos antes mencionados son recibos apócrifos. Por ejemplo, si las multas impuestas por la policía municipal no se realizan en una caja perteneciente a la tesorería municipal, tal y como debe ser, no hay manera legal de incorporar ese ingreso al presupuesto de la Ley de Ingresos y Egresos, por lo tanto, no hay manera de ejercer ese dinero para obra pública.
Ahora, ¿qué sucede con los fraccionamientos? El hecho que casi un 90% de ellos no este municipalizado implica que “Venturita” está legalmente incapacitado para dos cosas: para cobrarles impuestos prediales y para devolverles ese impuesto a manera de servicios y obra pública. Aun si los habitantes de esos fraccionamientos pagarán sus impuestos, mientras esos sitios no estén municipalizados el cobro será ilegal y tampoco tendrán derecho a obra pública.
¿Cómo han solucionado esto Freddy y qué es lo que, con toda seguridad, hará Ventura? Para poder tapar baches y cambiar luminarias en fraccionamientos sin municipalizar, desviar de manera ilegal dinero y lo justificará legalmente bajo otros conceptos.
El problema de esto que “Venturita” no puede disponer de grandes cantidades de dinero para, por ejemplo, mandar a tapar todos los baches de uno de esos fraccionamientos porque ¿cómo justificar en la cuenta pública el desvío ilegal de grandes inversiones? Es por esa razón que cuando bachean en esos sitios solo lo hacen por partes, con material de mala calidad y dejan que pase un largo tiempo para continuar con lo demás. Y cuando tapan estos otros, los anteriores ya son, de nuevo, grandes baches y es el cuento de nunca acabar.
El grave problema es que, si no se inicia la municipalización de esos asentamientos, tarde o temprano el esquema utilizado por Freddy y Ventura será inviable debido al crecimiento urbano del municipio y de la propia cabecera municipal.
Según el censo y datos del INEGI, en Umán había 39,611 habitantes en 2010, para 2020 la cantidad ascendió a 69,147. Que explique Gaspar cómo le va a dar servicios adecuados a toda esa cantidad de gente si no hace nada para captar más recursos. A los umanenses ya no se les debe seguir engañando prometiendo cosas que no se pueden hacer. Es urgente que Gaspar inicie ya un programa para municipalizar todos esos fraccionamientos. Quizá el proceso le lleve muchos años y hasta lo tenga que continuar la siguiente administración, y eso indica la urgencia. Pero hay que hacerlo a la de ya, porque ya estamos empezando a ver y a vivir las consecuencias de la negligencia, corrupción e incapacidad de las administraciones municipales pasadas.
Es cuánto.