Mérida
“Parece que Pablo Gamboa lleva una pepita de cocoyol en la boca”, dicen vecinos del III Distrito
Mérida, Yucatán, abril 13 de 2021.- Habitantes de colonias que forman parte del III Distrito Electoral federal han comentado con sorna que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a diputado federal Pablo Gamboa Miner, parece que lleva una pepita de cocoyol en la boca, porque no entienden lo que dice, “tiene un lenguaje muy raro”.
La señora Cristina Solís, de Caucel dijo que la “voz de ese sujeto (refiriéndose a Pablo Gamboa Miner) se parece a los chavos riquillos de las telenovelas que veo, tiene un lenguaje muy raro y las promesas que hace, no se le entiende ni papa, no sé de dónde lo sacaron”.
Otras personas del tercer distrito electoral federal, que votan, a quienes se ha dirigido el candidato del PRI a diputado federal por esa demarcación, lo confunden “con esos jóvenes que andan ahora en casa en casa vendiendo lámparas led y que engañan a la gente diciendo que son muy económicas y mejores que las lámparas que se venden en los comercios, pero si caes en el engaño ves que mintieron, que son un verdadero fraude”.
“Yo por si las dudas afirmó doña Silvia Canul Estrella, cuando vi que se paró a la puerta de mi casa ese que dice ser candidato, (Pablo Gamboa), tan desgarbado y desalineado, con su barba como si tuviera comején, ni salí, así de lejitos oía que hablaba, pero no entendí nada”.
Lo comparan también con esos merolicos de la Ciudad de México o de ciudades del Estado de México que vienen a la Feria de X´matkuil a vender, aquí piden una, aquí piden dos ollas y otros enseres domésticos con su pregón del altiplano “que no le digan, que no le cuenten, precios de ofertón, a 50 pesos, aproveche”.
Lo que se dice en círculos políticos es que Pablo Gamboa Miner, a pesar de tener todo el apoyo económico de empresarios y de políticos amigos de su papá, es muy difícil que gane que hace promesas que no cumple, porque, aunque ya fue diputado federal por el mismo distrito hace algunos años, es desarraigado, viene como turista y no como candidato y algunos de los llamados líderes sindicales que lo recibieron en sus locales sindicales hace algunos años, se aprovecharon de las influencias del papá de Pablo para obtener remuneraciones económicas que nunca llegaron a las bases, a los trabajadores.
Cuando terminó su período como diputado federal en su anterior aventura política en Mérida, Pablo se ausentó de la ciudad y nunca regresó, aunque tal vez lo hiciera para jugar golf o aterrizar en helicóptero en zonas protegidas por la SEMARNAT y la PROFEPA.
Gamboa Miner, prácticamente un desconocido en Mérida y en Yucatán, tiene además en contra el hecho de tener esta vez dos contrincantes, dos jóvenes yucatecos Óscar Brito Zapata, de MORENA, con mucho arraigo y simpatías y el del PAN Rommel Pacheco Marrufo, muy conocido por haber destacado en el deporte.
Con informacio de Cambio del Sureste