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Mardoqueo Uicab; el chapulín “anaranjao”

Por Consejo Editorial
Empezaré mi editorial con una pregunta ¿tan desesperadas están las chicas naranjas, Silvia López y Milagros Romero, en alcanzar su “presupuesto” de afiliados que aceptan lo que sea? Y la pregunta nace a partir del editorial de ayer al que titulamos ‘Mardoqueo Uicab: más pronto cae un hablador que un cojo’, porque la más reciente y “flamante” adquisición del Movimiento Naranja yucateco es precisamente el chapulín regidor umanense.
Tal parece que Chivi y Milly ni se tomaron la molestia en averiguar el historial político de Mardoqueo, lo cual es muy malo, pero si lo hicieron, y con pleno conocimiento de causa lo aceptaron en su (determinante posesivo) partido, el caso empeora.
Ese historial político de Mardoqueo, lo retrata cómo un personaje sin vocación de servicio público y mas bien como un tipo interesado en servirse a sí mismo de lo público. Uicab se incorporó a la política con la finalidad de sacar raja, tanto como se pueda, y prueba de ello es que no tuvo empacho ni vergüenza en abandonar sus simpatías priistas para incorporarse a la primera campaña política de Ruz Guzmán. Es del dominio público, al menos en Umán, que Mardoqueo financió parte de esa campaña cambio de obtener una buena posición como proveedor del ayuntamiento, en caso que Freddy Ruz ganara.
Todos también conocen la historia de Uicab como aviador en la dirección de protocolo y logística en la comuna umanense, durante la primera administración de Freddy Ruz. En realidad, ese sueldo que percibía Mardoqueo, sin trabajar, era un premio de consolación, pues el trato que había pactado con Freddy era que Uicab le rentase todo el equipamiento para los eventos organizados por el ayuntamiento. Al parecer, fiel a su costumbre de traicionar la palabra empeñada, Ruz Guzmán decidió hacer ese “negocio” por cuenta propia y relegó a Uicab a un simple sueldo de director como pago a sus “servicios”.
Pero como Mardoqueo no aprende de sus errores, Freddy volvió a encandilarlo para que, esta vez, operé para él durante su segunda campaña política. El pago pactado para esa vez fue una regiduría y “lo que caiga” derivado de ese cargo.
Fue en ese tipo que salieron a la luz las grabaciones, hechas en las oficinas de Mardoqueo, en las que Freddy le ofrece $30,000 del erario municipal a Julia Rosado como pago para que opere para él, teniendo como jefe de operaciones al mismo Mardoqueo Uicab.
Para no variar, Freddy volvió a traicionar a Uicab al punto que este dejó de ver como “negocio” seguir apoyando a alcalde e inicio un escarceo amoroso con MORENA. Eran los días en los que se veía a Mardoqueo junto a Gonzalo “Chalín” en sus publicaciones de Facebook “trabajando en bien de la sociedad umanense”. Cómo el chicle no pegó, Uicab decidió buscar otra empresa particular… ¡perdón! …otro partido político y fue así como negoció con Chivi y Milly, gerente general y gerente operaciones de MC, su incorporación al Partido Naranja, S.A. de C.V. con la intención de ser su próximo candidato a la alcaldía de Umán.
