Motul
Las “puerquesas” de Roger Aguilar Arroyo (1)
«Uno de los castigos por negarse a participar en política es que, al final, puedes terminar siendo gobernado por tus inferiores». Platón
Por Fernando A. Toledo y Rivadeneyra
La principal característica en las administraciones públicas de Roger Aguilar es que, sin duda, ha sido el alcalde mas tracalero y oscuro en la rendición de cuentas. Algunos medios de comunicación han querido vendernos la idea que actualmente solo es investigado y juzgado por corrupción su director de obras públicas, cuando la realidad es que la investigación inició sobre el alcalde motuleño. También nos quieren colar la idea que el director acusado es el único culpable y que actuó solo, cuando es bien sabido por todos que en el ayuntamiento de Motul no se hace nada sin el consentimiento y la aprobación de Roger Aguilar.
La verdad es que Roger Aguilar goza de una impunidad total y, al parecer, nadie lo quiere tocar. Solo así me explicó la ineficacia del diputado local Eric Rihani quien debe estar perfectamente bien enterado de las irregularidades del ayuntamiento motuleño, porque esa es una de sus tareas y para eso se le paga, pero no hace nada. ¿Rihani sabe bien lo que ahí sucede, pero patea la lata y, bajo mil pretextos, le endilga esa tarea a la ciudadanía? ¿Quizá piense que por qué hacer él ese trabajo y ensuciarse las manos cuando le es más fácil mandar a los ciudadanos a la fiscalía anticorrupción para que ellos hagan una tarea que él debe hacer?
Encontrar anomalías en la administración del “Zorro” no es tarea difícil. Es tan cínico y prepotente que ni las formas legales cuida y mi intención, con esta serie de artículos, es exponerlo.
El día 6 de septiembre próximo pasado, solicite al ayuntamiento de Motul, mediante la Plataforma Nacional de Transparencia, la siguiente información:
1.-Las actas de cabildo del H. Ayuntamiento de Motul en las que se otorgan los permisos a los mototaxis y/o tricitaxis para prestar servicio de transporte público.
2.-El padrón actualizado de la plantilla vehicular que presta el servicio arriba mencionado. Se debe incluir:
a.-A qué sindicato, agrupación o particular pertenece cada unidad con permiso otorgado por el municipio.
b.-El número total de unidades autorizadas que prestan ese servicio en el municipio de Motul (incluidas las comisarías), así como su número económico y/o folio de permiso y/o número de control asignado por el H. Ayuntamiento de Motul.
El plazo para que el ayuntamiento me proporcione la información pública solicitada venció, por lo que recurrí a interponer un recurso de revisión para obligar, repito OBLIGAR, al ayuntamiento a darme la información que pedí.
Finalmente, ya obligados por el INAIP, recibí una contestación por parte de la Dirección de Transporte en la que me decían “Después de una rigurosa búsqueda en los archivos de esta dirección no se encontró lo solicitado”.
Vamos a poner las cosas en claro: los directores de transporte y el mismo Roger Aguilar posan para las fotos cuando entregan cartulinas, calcomanías, placas con la leyenda “MOTO TAXI” y hasta credenciales con fotografía ¿y me quieren ver la cara de pendejo argumentando que no tienen padrón de a quienes les dan todo eso? Las credenciales actuales cuentan con el nombre completo del beneficiario; su domicilio completo; su número telefónico; enfermedades; alergias; tipo sanguíneo; la firma y el nombre del alcalde, Roger Aguilar, y hasta con un código de barras que al escanearlo arroja la leyenda “Roger R. Aguilar Arroyo Motul 2021-2024” ¿y dicen no saber ni tener los datos de quienes son los titulares de esas credenciales?
Roger Aguilar y su director de transporte están obligados a dejar muy en claro a que programa público están inscritos los “beneficiarios” que portan esas credenciales y cuáles son los beneficios que reciben del ayuntamiento. Y están obligados a informar sobre eso porque la participación y la firma del alcalde lo hace un asunto público y no privado. ¿Cómo y cuándo aprobó el cabildo ese programa y la emisión de esas credenciales? ¿Cuánto costaron y quién las pagó? Es vox populi que cada credencial es un “permiso”, una especie de concesión para que los moto taxis operen como transporte público.
También es vox populi que cada “credencial” tiene un costo. No necesito probar eso pues ese negocio turbio es un hecho evidente, tan público y descarado que todo Motul lo sabe. ¿Será por eso que el ayuntamiento no quiere que se sepa quienes y cuantos son los que “compraron” ese “permiso”? Este asunto debe ser investigado.
Esperemos que el diputado Erick Rihani se arremangue la camisa y ponga manos a la tarea. (continuará)