Mérida
Las muletas del Matador

EL NIDO DEL KAU
Por: William Casanova
En las redes sociales se ha extendido como tendencia la fobia por la tauromaquia pero, pro o anti, te debo informar que, en la jerga taurina hay una definición de muleta, la cual nos viene como anillo al dedo a los yucatecos: bastón o palo que lleva pendiente a lo largo un puño o capa, comúnmente encarnada, de la cual se sirve el torero para engañar al toro y hacerle bajar la cabeza cuando lo va a matar.
Al gobierno que le gusta tomar al toro por los cuernos, hoy nos presenta el espectáculo “Las muletas del Matador”. Al acelerado ritmo que va, no sé si es el anuncio de una estocada mortal a los contribuyentes cautivos, a las familias de nivel económico bajo a medio-bajo, a las instituciones creadas para defender e informar a la sociedad… Sus asesores en imagen creen que, con ellas, el Matador templa y encauza la embestida del toro que bramó y enfureció el 19 de enero, cuando pateó una lata de gas pimienta.
Casi todos los toreros dejan la embestida mortal para el último tercio de la lidia. Matador es la excepción a la regla; desde el arranque del primer tercio nos endeudó con 2,640 millones de pesos más intereses, nos engañó, puso en nuestro lomo un enorme yunque por la vía de los impuestos, ni qué decir de un reemplacamiento que no justificarían los panistas de antaño. Que no duda en recurrir a sus cuerpos policíacos para reprimir embestidas de mujeres con material escolar en sus mochilas o de profesores y burócratas jubilados que exigen justicia a su vida de entrega al servicio.
La gavilla de frivolidad dedicada a lo suyo apenas llegó al Palacio de Gobierno, al enriquecimiento personal, familiar, de los socios. ¿Para qué perder el tiempo con el capote de brega, de color rosa, que los demás toreros utilizan en los dos primeros tercios de la corrida? Que otros utilicen esa muleta, más pequeña y ligera, para el lucimiento artístico y ajustado del toreo.
El toro vio la pañosa, como también se le conoce en el argot taurino, con asombro. El Matador salió con que tiene “una pequeña fractura en la rodilla”. Él recalcó “no un esguince, ¡una pequeña fractura!” Luego reprimir ciudadanos, el día de Primer Informe, la sonrisa encantadora, el rostro de las bellas facciones apeló a la misericordia del astado con una muletilla barata.
Como ex maratonista os digo que todo aquel que ha sufrido de una fractura en la rodilla, por muy pequeña que sea, define en carne propia el dolor y los problemas de movilidad. Los yucatecos ni tiempo tuvieron de apiadarse de su represor. Con o sin muletas, Matador preparó sus maletas, no resistió más su debilidad por los viajes internacionales, a cualquier lugar que lo haga olvidar por un tiempo a esos huiros yucatecos.
Y, si una imagen dice más que mil palabras, la imagen que acompañó su boletín “Nace el primer bebé (d) el Hospital General de Tekax” dice más que mil mentiras. Un mal trabajo de fotoshop acompaña al comunicado: Matador y su bella sonrisa, perfectamente erguido y sin sus muletas sobrepuesto, para dejar en un lejano segundo plano al equipo de galenos que participó en el parto.
Esa imagen trucada oficial mostró la falta total de respeto del Matador a los yucatecos. Gracias a ella, vemos al carnicero, no a un artista del capote. El culto al ego en su máxima expresión. Matador en guayabera de manga larga y pantalón de vestir, cuando todos los huiros sabemos que, en sus visitas a nuestros pueblitos, él invariablemente viene en pantalón de mezclilla y camisa blanca de mangas largas, arremangadas.
No sé cuántos árboles se talan para elaborar una hoja de papel periódico, pero medios impresos publicaron esas fotografía, algunos hasta en portada, ¡Qué falta de respeto a su cuerpo de reporteros escritos y gráficos! Periódicos locales reducidos a portales digitales, creados para repetir la misma mentira mil veces, hasta que tenga credibilidad.
No somos tres, no somos cuatro, los toros que no tragamos los movimientos engañosos de las muletas. Son la máscara de un saldo mortal: el prematuro fracaso de un gobierno que privilegia a los financiadores de campaña por encima de los derechos a la educación, la salud y el futuro de nuestros hijos.
Fuente: Periódico “La Verdad”
