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Freddy Ruz: un pequeño dictador en tiempos de contingencia sanitaria
Por Consejo Editorial
El discurso que el alcalde y consejero estatal panista, Fredy Ruz Guzmán, hizo público hoy demuestra fehacientemente lo que sucede cuando el mando de una institución tan importante como lo es el H. Ayuntamiento le es confiado a un incompetente.
El mismo alcalde umanense hizo público su berrinche porque la CODHEY le explicó, con peras y manzanas, el por qué no puede decretar un toque de queda, ni detener a los ciudadanos de Umán que estén en la vía pública después de las 9 de la noche.
En lugar de asumir su responsabilidad, Freddy Ruz circuló a toda velocidad por la avenida del “valemadrismo” para girar por la glorieta de “la culpa es de los ciudadanos”. El querer mantener “al huevo” a todos los umanenses en sus casas es desconocer las necesidades de sus gobernados y cómo funciona la economía familiar en el municipio. Pero a Freddy parece no importarle que una gran parte de las familias de Umán viven “al día”, por lo que se ven obligados a salir a la calle para ganarse el sustento diario. Muchos están en la calle por necesidad, no por gusto.
Su discurso no presenta ninguna solución, sólo argumentos que fomentan la confrontación entre “los bien portados que se quedan en casa” y “los inconscientes y tercos que salen a la calle”.
Freddy juega con el miedo de la gente: “…por culpa de esos tercos nos vamos a contagiar todos” es el lamento del pequeño dictador al que la CODHEY le exigió que respete la Ley y la venganza del petizo edil por tal desacato es publicar un vídeo lloriqueado públicamente arguyendo que lo que hace, lo hace por el bien de todos… aunque violente la Ley. El alcalde panista encaja su discurso dentro de un contexto que sólo existe en su imaginación: un Umán en dónde los problemas económicos de cada habitante están resueltos y que nadie tiene ningún motivo para salir a la calle, salvo que sea necio, terco e inconsciente.
Quienes argumentan a favor para que la fuerza pública sea usada porque es la única manera de “obligar” a la ciudadanía a permanecer en casa se equivocan. Freddy la está usando cómo única opción porque carece de una de las cualidades que un líder debe tener: credibilidad. La credibilidad genera confianza y una gran parte de los umanenses ya no confía en Freddy como alcalde y como persona. Ruz Guzmán le ha dado la espalda al municipio durante gran parte de su actual administración y ha retornado ahora porque no quiere dejar pasar la cobertura mediática que la pandemia le proporciona. La contingencia sanitaria le ha servido para promover su imagen y lograr su anhelada diputación. Que rápido se le olvidó al alcalde cuando tuvo que ir a visitar a todos esos ciudadanos que hoy llama tercos y necios para pedirles su voto.
El mensaje de Ruz Guzmán abona para crear más psicosis y temor entre la gente cuando la tarea del alcalde debería ser la de llamar a la calma y a que se respeten las medidas sanitarias recomendadas. Los ciudadanos debemos de tener cuidado y no caer en ese perverso juego, pues hoy los umanenses deben estar más unidos que nunca.