Por El Xooch’ de Umán
De verdad que es mala suerte que, cómo dice el dicho, al perro más flaco se le suban las pulgas. El incendio del día de ayer en el basurero de Umán esta vez no se ocasionó en terrenos del tiradero, sino en un terreno aledaño. La sequía, el abrazante sol, la hierba seca y algún vidrio fueron los elementos que provocaron la conflagración.
Las llamas “brincaron” del terreno baldío al basurero y el asunto se complicó. Cómo decíamos al principio: al perro se le subieron las pulgas.
Lo menos malo de todo este asunto es que SANA, empresa que ahora está administrando el basurero municipal de Umán, sí cuenta con el equipo y los protocolos para actuar eficientemente en este tipo de casos.
Este incendio es la prueba de fuego, nunca más literal, para comprobar si la empresa tiene la solución, no para acabar con los incendios del basurero umanense, sino para prevenirlos y, como es este caso, abatirlos de manera rápida para evitar mayores complicaciones y afectaciones sanitarias y ecológicas.
Si SANA se muestra tan eficiente en apagar este incendio, como lo hace en Mérida, lo más seguro es que esas conflagraciones que duraban una o dos semanas en extinguirse ahora solo lleven, a lo mucho, dos o tres días.
Cómo diría el ciego: vamos a ver.
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