Mérida
Despidos, inversiones y gastos…
LA VISIÓN DE CARONTE
Por Miguel II Hernández Madero
El Gobierno del Estado fusionará siete dependencias, para ahorrar cien millones de pesos en su ejercicio presupuestal de 2020 y compensar, de algún modo, los recortes que le ha hecho la Federación a las partidas por diversos rubros; esto en sí podría ser maquillado de diversas formas ante la opinión pública, pero en realidad hablamos de un problema serio para la economía yucateca pues traerá aparejado más despedidos.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Mucho…, tenemos que al fusionarse (o desaparecerlas, para los efectos finales será lo mismo), se reducirá la nómina y eso servirá para hacer ajuste, por si aún quedan empleados incómodos. Veremos otra edición de lo ocurrido hace un año cuando la nueva administración despidió a burócratas de diversas secretarías.
En esta ocasión se avizora algo aún peor, pues se llega con la meta de ahorrar, de reducir costos y con ese argumento todo podría ser justificado y no se sabe cuántas familias serían afectadas con ese despido, que implica pérdida de ingresos, menos circulante y un eventual aumento en las actividades informales.
Pero vemos que mientras los recortes están afectando sectores y programas sociales (salud, educación, cultura, obras públicas), por el otro vemos la realización de actividades con derroche de recursos y resultados escasos, sin proyección de crecimiento, únicamente como golpes mediáticos, como lo han sido los festivales y eventos de la Secretaría de Turismo, que han sido muy bien publicitados, muy bien pagados, pero con resultados dudosos, aunque se diga lo contrario a través de boletines.
Y es que se debe reconocer una cosa: en cuestión mediática (publicidad y presencia en medios), lo han hecho bien, pero no es de extrañar si tomamos en cuenta que la titular de esa dependencia, se desempeñó en Relaciones Públicas antes de dedicarse al ramo del turismo, incluso el desempeño de su empresa llamó la atención y fue ampliamente entrevistada por medios nacionales e internacionales por su “manera diferente” de enfocar el turismo.
Eso es bueno, desde la iniciativa privada, cuando debes ser cuidadoso con los recursos, porque se trata de un negocio que debe dejar ganancias, por lo tanto se planifica todo bien y se enfoca a un público específico, pero en la función pública hablamos de necesidades infinitas con recursos limitados. No se puede experimentar, ni se debe gastar más dinero del que se tiene, con el argumento de que es una “inversión y no un gasto”.
Por resulta que se hacen esas “inversiones”, cuando no hay recursos para atender al sector salud, al educativo y a la formación de profesionales y técnicos que tengan acceso a empleos bien pagados de esas tantas empresas que se ha anunciado que abrirán en el futuro.
Ojalá que los despidos por una parte, y los gastos en programas a capricho por otra, no sean una pesadilla en esa difícil cuesta de enero que se avecina.
Hasta la próxima…